José Antonio Rodríguez compró en 2001, junto a su hermano Francisco Rodríguez y otros socios, una antigua destilería de Carmona que fabricaba anís, y que data de 1880. Además de producir el propio anís, así como pacharán y licores de naranja, limón y canela, intentaron probar y diversificar con otros productos. Como consecuencia de una prueba fracasada -elaborar un complemento de repostería a base de fresas maceradas- dieron con una ginebra rosa que les ha conducido al éxito. En un solo año, el 2014, han pasado de una facturación de 200.000 euros a otra de cinco millones de euros. En su destilería se hace ahora, junto a los licores tradicionales, una de las bebidas de moda: la ginebra Puerto de Indias, en sus dos versiones, strawberry y seca.

-En 2014 han llegado a facturar cinco millones de euros. ¿De qué datos partían y qué expectativas tienen para 2015?

-El ejercicio 2014 ha sido nuestro primer año completo de andadura, ya que Puerto de Indias comenzó a comercializarse en septiembre de 2013. En ese cuatrimestre de 2013, cuando se comenzó a expandir la ginebra por la zona que rodea a Carmona, ya se partía de alrededor de 200.000 euros de facturación. Es decir, en 2014 hemos multiplicado por 25 el volumen de negocio anterior. Para 2015 tenemos expectativas de crecimiento por encima del ritmo alcanzado en 2014, ya que nuestro producto está teniendo buenos resultados en nuevos mercados.

-La ginebra Puerto de Indias comenzó a producirse en 2013, cuando ustedes llevaban ya 12 años gestionando la destilería. ¿Qué productos comercializaban hasta ese momento y cómo era la situación de la empresa?

-Hasta ese momento producíamos anís, pacharán y licores de naranja, limón y canela, y la empresa continuaba su producción de manera sostenible, se mantenía. Fue nuestro afán innovador y la búsqueda de nuevos productos lo que originó el nuevo rumbo de la empresa.

-¿Ha desbancado Puerto de Indias a todos los demás licores que se fabricaban o siguen elaborando el pacharán y los anises que se hacían antes?

-Seguimos elaborando los productos que producíamos hasta entonces, aunque supongan un tanto por ciento muy reducido del total. Sabemos de dónde venimos y no queremos dejarlos atrás.

-¿Tuvieron problemas para situar su ginebra en los lineales de la gran distribución?

-La realidad es que nunca hemos tenido problemas al respecto ya que, precisamente, fueron las grandes cadenas de distribución las que contactaron con nosotros para incluir nuestro producto en sus lineales debido a la gran demanda que tuvo por parte de los consumidores. En este sentido, hoy en día la ginebra Puerto de Indias ya se distribuye en grandes grupos a nivel nacional como El Corte Inglés, que incluye Hipercor, Opencor y Supercor; Carrefour, Alcampo, Makro, Gros Mercat, del Grupo Miquel, y Grupo Heineken, entre otros. Además, también estamos presentes en Eroski, Serodys, Cash Barea, Cash Ayala; y en Supermercados MAS, El Jamón, Komo Komo o Covirán, por citar algunos más a nivel regional.

-Para poder surtir a distribuidoras con gran demanda, ¿han tenido que hacer grandes inversiones en sus instalaciones? ¿Las han modernizado?

-Hace unos meses hemos implantado un nuevo sistema de embotellado que optimiza el anterior proceso de fabricación y que permite producir hasta 12.000 botellas diarias en dos turnos completos de trabajo. Con la implantación de este moderno procedimiento automatizado, nuestras instalaciones han incrementado por diez su volumen de producción. Y es que para poder hacer frente a la cantidad de pedidos que nos llegan diariamente, tanto a nivel nacional como internacional, era indispensable una inversión como esta, por lo que ya estamos preparados y capacitados para dar respuesta al elevado volumen de demanda actual y, además, disponemos de un stock suficiente para atenderlo.

-¿Están exportando? ¿Qué planes de internacionalización tienen?

-Sí, nuestro destilado ya se exporta a Reino Unido, Portugal y Holanda. Consideramos que este es un paso muy a tener en cuenta si queremos continuar nuestro crecimiento. Por este motivo, hemos creado un departamento de comercio exterior que, poco a poco, irá internacionalizando aún más nuestro producto

-¿Siguen destilando en los antiguos alambiques de cobre de la antigua destilería o la necesidades de producción les harán sustituirlos por procesos más modernos?

-Sí, seguimos destilando de forma artesanal, como antaño, y utilizando cuidadosamente materias primas de la máxima calidad. Se trata de un proceso de destilación marcado por el fuego que produce la leña de olivo y que se lleva a cabo en nuestros alambiques de cobre, decanos en la provincia de Sevilla y que cuentan con más de 130 años de historia. Todo un procedimiento al que, además, contribuye el entorno de nuestra destilería, que se encuentra regada por un manantial natural que brota de la roca, que en otros tiempo fue terma romana y molino árabe, y que, sin duda influye en la calidad del producto final

-Ustedes dicen que Puerto de Indias es una industria local que se surte de productos andaluces. Además de la fresa de Huelva, ¿qué otros productos de la tierra andaluza están presentes en sus licores?

-La calidad de nuestros productos es fruto de nuestra implicación a la hora de utilizar materias primas andaluzas, pero no solo como ingredientes sino también en la elaboración del producto completo. En este sentido, empleamos una selección de botánicos a la vez que usamos leña de olivo y materiales para el embotellado procedentes de nuestra tierra. La matalauva que destinamos a la fabricación de nuestro anís, por ejemplo, proviene de la Campiña sevillana

-¿Qué está suponiendo para Carmona el éxito de esta empresa. ¿Se traduce en nuevos puestos de trabajo?

-Además de ser un orgullo para Carmona y para nosotros llevar su nombre y el de Sevilla como carta de presentación, en nuestra empresa hemos apostado por contar con trabajadores y proveedores locales, de forma que nuestra plantilla ha pasado de 2 a casi 40 personas, entre puestos de trabajo directos e indirectos. Queremos que la riqueza se quede aquí. Además, la nueva maquinaria hace posible la creación y ampliación de más turnos de trabajo, que se traducirá en la generación de más puestos de empleo. Como es natural, al aumentar el volumen de producción cada vez se necesitan más personas para realizar diferentes tareas como despaletizar, alimentar las botellas en línea, empaquetarlas y paletizarlas, así como para prestar un mayor cuidado y atención al control de calidad, una de las partes más significativas de la cadena productiva.

-Usted procedía del sector de la construcción. ¿Fue difícil hacer un cambio tan drástico, hacia un sector tan completamente distinto? ¿Cómo y por qué se decidió a comprar una destilería?

-No fue difícil, ya que al principio fue un hobby, un bonito proyecto en el que nos propusimos que no se perdiera una fábrica tan destacada y emblemática de Carmona. Fue una forma de mantener la tradición, pero a la vez nos dedicábamos a nuestro oficio. Cuando llega la crisis y la construcción pasa por sus peores momentos fue cuando nos centramos en la destilería, produciendo, además de anís, pacharán y licores de diferentes sabores. Y fue ahí precisamente, aprovechando la influencia inglesa que tuvo Andalucía en los siglos pasados, cuando se nos ocurrió elaborar nuestra ginebra.