Los trabajadores transfronterizos, 10.000 personas que cruzan cada día la Verja para acudir a su empleo en Gibraltar, tendrán garantizados sus derechos cuando llegue la temida fecha del 29 de marzo de 2019, la elegida para que se produzca la salida de Reino Unido de la UE y empiece un período de transición. Esos empleados, los que más temen el Brexit en el Campo de Gibraltar, mantendrán su derecho al trabajo en igualdad de condiciones, sus prestaciones sociales o la coordinación de condiciones de la Seguridad Social.

Ese fue el mensaje principal que el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, transmitió ayer a los alcaldes del Campo de Gibraltar en una reunión en Madrid. El ministro explicó que el principio de acuerdo sobre las condiciones de la salida de la UE ha priorizado los derechos de los ciudadanos y reconoce los de los españoles que van a trabajar a Gibraltar y los de los gibraltareños que trabajen en España. Así, el objetivo de las negociaciones que España mantendrá con el Reino Unido por el futuro de Gibraltar será precisamente "que se mantenga el statu quo y si en algo podemos mejorar para facilitar la vida así lo haremos". Ese statu quo, explicaron después los alcaldes, incluiría un tránsito fluido por la Verja, principal preocupación de los trabajadores.

Las directrices marcadas por la UE para la negociación del Brexit establecían que cualquier acuerdo sobre Gibraltar entre la UE y Reino Unido debe contar con la anuencia de España. Ayer mismo, el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, ratificó que el período de transición que se negociará con Londres para facilitar el proceso de salida solo se aplicará a Gibraltar con el consentimiento de España.

Madrid y Londres tendrán que negociar por tanto las condiciones de la salida para Gibraltar. Ahí es donde Dastis considera prioritario no perjudicar a los trabajadores del Campo de Gibraltar. El ministro explicó que dichos encuentros aún no tienen fecha fijada, pero serán "pronto" y deberán servir para "definir el futuro estatuto de Gibraltar y nuestra relación bilateral". Dastis aseguró que aborda estas conversaciones bilaterales con un "ánimo absolutamente constructivo y con la voluntad decidida de que, tanto en el periodo transitorio como el estatus futuro, repercuta en beneficio" de los trabajadores y las empresas. El jefe de la diplomacia española confirmó no sólo que los trabajadores no deben de temer por sus derechos, sino su intención de mantener la situación actual de tránsito por la Verja.

Así lo expuso el alcalde de La Línea, Juan Franco, explicando que en el Peñón entran a diario unos 10.000 trabajadores (de los que alrededor de 4.000 son extranjeros), un 99% de ellos residentes en el municipio, así que una "impermeabilización" traería un problema "bastante grave". "El tejido empresarial de la zona no tiene capacidad de absorción", recordó Franco.