Sevilla

Carlos y Camilla recorren Sevilla en cuatro horas

  • Realizaron una visita turística, tuvieron una recepción con empresarios en el Alcázar y hasta se montaron en el tranvía.

Cuatro horas de realeza británica en Sevilla. Así fue la visita que realizaron ayer el príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra, y su esposa Camilla, duquesa de Cornualles, a la capital andaluza, en la que recorrieron los monumentos más conocidos como la Catedral, el Alcázar y el Ayuntamiento. Un itinerario que se hizo mitad a pie y mitad en tranvía, como forma de potenciar el desarrollo sostenible que tanto interesa al heredero británico, motivo del viaje que realiza estos días a España. También hubo tiempo para el flamenco y la cultura. Todo ello en un día donde la temperatura superó los 30 grados.

Pocas veces el arranque del mes de abril ha tenido un sabor tan inglés en Sevilla. El propio Ayuntamiento de la capital amanecía coronado con la bandera del Reino Unido. En el balcón de la Plaza Nueva los reposteros también avisaban de la visita que protagonizaban Carlos de Inglaterra y su esposa. Después de 16 años el príncipe de Gales volvía a Sevilla. En 2005 lo hizo para la boda de la infanta Elena. Ahora vino con su esposa Camilla.

Su recorrido por la ciudad se inició en el Palacio de San Telmo, sede de la Junta de Andalucía, donde fueron recibidos por el presidente, José Antonio Griñán. Desde allí se trasladaron hasta la parada del Metrocentro en el hotel Alfonso XIII. El mito de la puntualidad inglesa no se cumplió esta vez y los horarios se retrasaron 10 minutos. El príncipe Carlos pidió perdón por ello. Hasta el Consistorio llegaron en tranvía, medio de transporte que los expertos consideran "sostenible". Precisamente, la sostenibilidad fue el tema de conversación sobre el que departieron durante más de 20 minutos Carlos de Inglaterra y el primer edil hispalense, Alfredo Sánchez Monteseirín (con traductor incluido). El alcalde fue el encargado de recibirlo a las puertas del Ayuntamiento, donde también le dieron la bienvenida al séquito inglés los trabajadores eventuales de Tussam que llevan varios días de huelga en la Plaza Nueva. Una vez dentro saludaron a todos los ediles municipales, tanto los del PSOE (faltaron algunos como Esther Gil y Alberto Moriña) como a los del PP (pleno absoluto, con Zoido a la cabeza). Los que no estuvieron fueron los de IU, ni siquiera el primer teniente de alcalde, Antonio Rodrigo Torrijos, pese a ostentar la delegación de Infraestructuras para la Sostenibilidad.

La reunión con Monteseirín se produjo en la Sala San Fernando. Allí el alcalde sevillano le informó de todos los planes puestos en marcha que han contribuido con el desarrollo sostenible. Fue también el momento de los obsequios: un cuadro réplica del mosaico romano Los Pájaros que se expone en el Antiquarium y un abanico de "palo de santo" adornado con flores.

Acabado el encuentro, el matrimonio bajó a la Sala Capitular donde antiguamente se celebraban los plenos. Nuevo saludo a los ediles y firma en el libro de honor. Carlos y Camilla estamparon sus rúbricas y la fecha de la visita "April 2011". Nada más. Algunos concejales depararon en ese momento en que el heredero británico ya firmó en ese mismo libro en 1992, cuando también lo hizo la que era entonces su esposa, la princesa Diana. Hubo algún edil tentado de buscar dicha rúbrica. El labrado renacentista del techo abovedado de esta sala llamó la atención del príncipe de Gales  -gran amante de la arquitectura- por lo que intercambió con Monteseirín unas palabras. El alcalde se limitó a asentir.

Tras salir por la puerta del Arquillo, el matrimonio se dirigió a pie hasta la Catedral. Camilla no dudó en usar una coqueta sombrilla para protegerse del sol, cuando a esas horas (las 14:45) se alcanzaban los 30 grados. Después de abandonar el templo metropolitano la visita continuó en el Alcázar, donde los esperaban varios empresarios andaluces.

En el palacio mudéjar la estampa era muy parecida a la de la Catedral: turistas extrañados -otros no tanto- de la presencia del matrimonio inglés. Entre los empresarios que asistieron a este acto se encontraban el presidente de la CEA, Santiago Herrero; el presidente de Cajasol, Antonio Pulido; así como el presidente de Cartuja 93, Isaías Pérez Saldaña; y el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Faustino Valdés. El príncipe Carlos de Inglaterra se reunió allí con miembros de la comunidad empresarial británica y española que residen en Andalucía, como Abengoa, Ebro Foods, Admiral España, Cabimer, la Cámara de Comercio de Sevilla y la Cámara de Comercio Británica en Andalucía. Asimismo, estuvieron presentes otras empresas como Grupo Osborne, Canla, Aceites del Sur y Ángel Camacho.

Tras salir del palacio mudéjar la pareja se dividió. El príncipe de Gales se dirigió a la Isla de la Cartuja donde visitó la Fundación Tres Culturas, mientras que la duquesa de Cornualles fue recibida por la duquesa de Alba, la directora de la agencia andaluza del Flamenco, María de los Ángeles Carrasco, y la bailaora Cristina Hoyos en el Museo del Flamenco. La visita de Carlos y Camilla terminó en la factoría de Airbus Military. Poco después, a las 17:30, tomaron un avión de las Fuerzas Armadas británicas en el aeropuerto con rumbo a Granada.

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