El ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, declaró al diario Gibraltar Chronicle que el alcalde de La Línea, Alejandro Sánchez, "tiene todavía tiempo de salvar su relación con la opinión pública de Gibraltar anulando el innecesario, agresivo y hostil paso que ha dado", en relación a la tasa de congestión.

"Si hace eso, los gibraltareños quizás piensen que tomó una mala decisión ante una situación desesperada, pero si sigue adelante con su intención, creo que el daño será irreparable", puntualizó el político socialdemócrata, quien reiteró que confía en que el Gobierno español "bloquee el proyecto del alcalde".

No obstante, agregó que sus consejeros legales ya han elaborado un borrador de los pasos legales que dará Gibraltar si La Línea empieza a cobrar la tasa de congestión: "Los trabajos preliminares están hechos aunque no creo que sea necesario utilizarlos. No tenemos dudas, al igual que muchos políticos españoles, de que el proyecto del Ayuntamiento es ilegal, pues es una flagrante vulneración de la normativa comunitaria sobre la libertad de movimientos de las personas", manifestó.

Por otro lado, confirmó que las largas colas que se están produciendo a la salida del Peñón fueron abordadas durante la cena que mantuvo el jueves con el secretario de Estado para Europa, Juan Pablo de la Iglesia. "Hay retrasos porque los conductores no tienen claro si pueden tirar a la derecha cuando entran en España, así que le he pedido a las autoridades españolas que hagan algo al respecto", dijo.

De otra parte, el presidente de la asociación de vecinos de La Velada, Juan José Uceda, se preguntó ayer "qué motiva al alcalde a perder la oportunidad de crear empleo gracias a unas buenas relaciones comerciales con Gibraltar. No sólo ha perdido esta oportunidad, sino que encima está poniendo en peligro el trabajo de miles de linenses en la fábrica que es el Peñón", argumentó en una nota.