Cuando se constituye cualquier gobierno, suele contar con 100 días de gracia para aclimatarse al poder. Es entonces cuando se supone que la fiscalización de la oposición comienza a endurecerse. Podemos es un partido que aboga por nuevos métodos, pero también bebe de las costumbres más arraigadas. Por ese motivo comparecieron ayer tres pesos pesados de la formación para analizar sus cien primeros días en el Parlamento. Y aunque, concretamente, habían pasado 104 días desde que se constituyó la Cámara para la X legislatura, Teresa Rodríguez y dos de sus colaboradores de confianza acudieron a la sala de prensa para hablar de su experiencia en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas. Pero también para dar cuenta de la labor del Ejecutivo de Susana Díaz y del propio funcionamiento del Legislativo andaluz.

José Luis Serrano, presidente del grupo parlamentario de Podemos, fue quien se encargó de poner nota al Gobierno socialista. Y lo hizo de forma ordenada. Según Serrano, Díaz y los suyos han pasado por cuatro fases desde el 22 de marzo. Primero fue la euforia tras ganar las elecciones, pero Serrano cree que, tras analizar los resultados "sobre todo en número de votos",  el PSOE recuperó "el discurso de la pinza". El parlamentario se refirió a expresiones utilizadas por Díaz, como "el bloque del no" o la existencia de una "oposición negativa sin alternativa de Gobierno". La tercera fase que identificó Serrano se corresponde con el apoyo de Ciudadanos a los socialistas, que optaron entonces por "un tono autocompasivo y lastimoso". Ahora parece que vuelve la euforia "y quieren hacer en 30 días lo que no han hecho en 80".

Serrano asoció esta última fase con una tendencia a "descalificar a Podemos" comenzada por Díaz y su partido, que han tachado a la formación morada de "izquierda radical".  "Los calificativos hablan del inmovilismo, el conservadurismo y las postura reaccionaria del PSOE", sentenció el presidente del grupo parlamentario antes de criticar iniciativas tomadas por el Gobierno andaluz en sus primeros días, como una "batería de medidas privatizadoras de la sanidad" y la desestimación de una propuesta legislativa sobre renta básica y su ley de cuentas abiertas.

El examen de Teresa Rodríguez se centró en las deficiencias que, a su juicio, tiene la Cámara donde lleva 104 días trabajando. "Los debates son encorsetados y aburren a las ovejas", dijo la líder de Podemos, que acusó a los parlamentarios de pecar de un exceso de "hooliganismo". "Lo importante es dar un zasca más gordo que el anterior", dijo Rodríguez respecto a las broncas interpelaciones en el pleno, pero también afeó la falta de actividad durante los días que no se reúnen los parlamentarios.

Sin embargo, la crítica más dura de las que hizo ayer la líder de Podemos fue a cuenta de las dietas. Rodríguez aseguró no comprender que los 109 diputados cobren estos complementos de sueldo en agosto, un mes sin actividad política. Cifró en 127.400 euros mensuales el coste de pagar entre 200 y 410 euros a cada parlamentario en función de la distancia entre el lugar de residencia y la sede de la Cámara. Por ese motivo, invitó a sus 108 compañeros a que donen -tal y como ha hecho su partido con las dietas que no han gastado en abril y mayo- las cantidades que cobrarán en agosto. "No se entiende que los diputados se paguen las vacaciones mientras que se han cerrado 3.000 camas y la ayuda de comedor solo alcanza al 20% de los niños que lo necesitan", sentenció Rodríguez.

Hubo un aprobado en la convocatoria. Corrió a cargo de Esperanza Gómez, coordinadora técnica y portavoz adjunta del grupo parlamentario. Esta experta en Derecho Parlamentario y profesora de la Hispalense detalló algunas de las las iniciativas llevadas a cabo por Podemos, que cifró en más de 70 preguntas y proposiciones. "No nos vamos a rendir. Queremos que el Parlamento deje de estar al servicio del Gobierno".