Defensa

Felipe VI estrena su reinado en el buque 'Cristóbal Colón'

  • Esta fragata de la clase 'Álvaro de Bazán' es la primera unidad de la Armada que visita como Rey en un día de "orgullo y responsabilidad"

Don Felipe visitó ayer, por primera vez desde que es Rey, una unidad de la Armada. Y lo hizo en aguas del Golfo de Cádiz coincidiendo con la participación de la fragata Cristóbal Colón en el ejercicio de defensa aérea ADEX junto a otros ocho buques y un total de once aeronaves.

 

Su Majestad manifestó ante la dotación de la fragata que estaba disfrutando de "un día muy especial" por tal motivo. "Embarcar por primera vez como Rey, como Capitán General, en una unidad de la Armada es un motivo de orgullo y emoción que quisiera recordar y mantener siempre vivo en la memoria", afirmó. Don Felipe subrayó "la coincidencia, no sé si por azar del destino o porque así está organizado, de embarcar en la última unidad que se ha incorporado a la Armada". En este sentido, declaró que "compartimos modernidad, pues la fragata apenas lleva dos años y medio de vida efectiva en la Armada y yo cerca de ocho meses como Rey".

 

En cuanto al ejercicio que se llevó a cabo, Don Felipe destacó que "permite comprobar las capacidades de defensa aérea de la unidad y de la 31ª Escuadrilla, que realmente nos pone a la vanguardia de las marinas mundiales". A este respecto, añadió que "nos da una capacidad de aportación de capacidades de defensa a nuestros aliados como nunca antes, algo que nos llena de orgullo y responsabilidad".

 

En sus palabras dirigidas a la dotación de fragata "más moderna y más capaz en defensa aérea", el Rey alabó que "os empleáis al máximo a bordo para sacarle el provecho a esta unidad de vanguardia de la Armada". Igualmente, les animó a "seguir dando el máximo en vuestra preparación, dedicación y entrega a la Armada y a España". En su intervención, elogió el trabajo desarrollado por todos los militares que participaron en el ejercicio.

 

Precedió a Felipe VI en la celebración del brindis el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema), Jaime Muñoz-Delgado, que también calificó la jornada de ayer como "un día muy especial", refiriéndose a la primera visita del Rey, "el primer soldado y marino de España", a una unidad de la Armada.

 

 La agenda oficial del día se abrió con la recepción a Don Felipe por parte del Almirante de la Flota, Santiago Bolíbar, y el Comandante de la fragata, Enrique Núñez de Prado. Después de los honores de ordenanza por parte de la Guardia de Honor, Felipe VI saludó a una representación de la dotación del buque, que es el más moderno de la Armada.

 

En el transcurso de su visita a la Cristóbal Colón, el Rey fue informado sobre las características, la organización y el sistema de combate del buque. Acto seguido, Benigno González-Aller, Comandante de la 31ª Escuadrilla de Escoltas, a la que pertenece dicha fragata, presentó a Don Felipe el citado ejercicio de guerra antiaérea programado para la jornada de ayer. El Rey lo presenció en el Centro de Información y Combate del buque. 

 

La fragata Cristóbal Colón es el quinto buque de la nueva clase     F-100. La Armada destaca que sus características les permiten operar en todo tipo de escenarios y la convierten en una valiosa unidad al servicio del Estado no sólo en operaciones convencionales, sino también en misiones humanitarias y de mantenimiento de la paz. Construida en los astilleros de los que dispone Navantia en Ferrol, entró en servicio en octubre de 2012. 

 

El ejercicio denominado MAR-31, en el que se integra el desarrollado ayer en el Golfo de Cádiz, es el que ha motivado su última salida de su base en Ferrol el pasado 7 de febrero. Se trata de una actuación básica conjunta de la Armada que tiene como finalidad proporcionar adiestramiento a las fragatas en aquellas áreas de capacidad que les permitan alcanzar o mantener sus respectivos niveles de alistamiento. Esta clase de ejercicios incluye habitualmente adiestramiento en las guerras principales -de superficie, antiaérea y antisubmarina-, así como en otros ámbitos como la defensa contra amenaza asimétrica, maniobra, navegación o acción marítima. 

 

El ejercicio en marcha, que se lleva a cabo cada cierto tiempo, generalmente, cada trimestre, se desarrollará hasta el próximo domingo no sólo en el Golfo de Cádiz, sino también en el Estrecho de Gibraltar, en el Mar de Alborán y en el Mediterráneo occidental. El Comandante de la 31ª Escuadrilla es el encargado de dirigir y coordinar los ejercicios de los barcos participantes, que son, concretamente, el Buque de Aprovisionamiento de Combate (BAC) Cantabria y cuatro fragatas de la clase Álvaro de Bazán -aparte de la Cristóbal Colón, la Almirante Juan de Borbón, la Blas de Lezo y la Méndez Núñez-.

 

Además, colaboran en el ejercicio cuatro fragatas de la 41ª Escuadrilla de Escoltas, a saber, los buques Santa María, Victoria, Numancia y Reina Sofía; así como aviones y helicópteros de la Flotilla de Aeronaves, unidades de la Fuerza de Acción Marítima como el patrullero Tagomago y el remolcador La Graña; equipos operativos de seguridad de la Fuerza de Infantería de Marina, y algunos medios de los ejércitos de Tierra y Aire. 

 

Con todo, fue la fragata Cristóbal Colón la protagonista de la jornada. Se trata, efectivamente, de la escolta más moderna de la Armada, que puede actuar como tal formando parte del escudo antimisiles de la OTAN. Cuenta con el sistema de combate antiaéreo AEGIS, considerado el más avanzado del mundo. También lo usan las armadas de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur. La Cristóbal Colón es el buque más pequeño de cuantos disponen de este sistema. Navantia ha vendido su diseño a Australia. 

 

El sistema AEGIS, con su radar SPY-1D, permite la detección de amenazas en condiciones ambientales complicadas, propias de aguas costeras; proporcionando la potencia de fuego necesaria para contrarrestarlas. El diseño del buque reduce sus firmas electromagnéticas, infrarrojas y acústicas. La fragata dispone de un helicóptero embarcado, el SH-60B LAMPS MK-III, que posee modernos sensores y armas que le permiten tener una gran capacidad y versatibilidad para efectuar misiones muy diversas, entre ellas las de guerra de superficie y antisubmarina.  

 

Después del ejercicio, el Rey presenció desde el puente de mando de la fragata el paso de los buques participantes, que le rindieron los honores navales con el saludo a la voz. Lo hicieron, por este orden, el BAC y las fragatas Méndez Núñez, Blas de Lezo, Almirante Juan de Borbón, Santa María, Numancia, Reina Sofía y Victoria. 

El programa de la visita de Felipe VI también incluyó la acostumbrada foto de familia con la dotación de la fragata, y un encuentro con los oficiales, suboficiales y marineros del buque. 

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