La proliferación de despedidas de soltero y sus efectos en Granada podrían contar en breve con un marco normativo que las regulase a fin de garantizar la convivencia y el correcto orden en la vía pública. Éste es un fenómeno que padece la ciudad cada fin de semana cuando decenas de grupos llegan hasta Granada para divertirse.

Harto del desorden que generan, el Ayuntamiento de Conil de la Frontera decidió prohibirlas, creando así un precedente en Andalucía. Ante tal decisión, el debate se ha abierto a nivel local. Lejos de impedir estas celebraciones, el Consistorio granadino va a estudiar medidas para "ordenar" las despedidas de soltero que se celebren en la ciudad y así se "respete" la ordenanza de convivencia y no causen "distorsiones" a los vecinos.

El portavoz del equipo de gobierno municipal, Juan García Montero, indicó ayer que "cuando tenga en la mano el decreto u ordenanza del Ayuntamiento gaditano se analizará los fundamentos jurídicos y estudiará hasta qué punto se pueden aplicar en Granada".

García Montero aseguró que el Ayuntamiento "está del lado de los vecinos" y explicó, en este sentido, que la Policía Local tiene orden de hacer cumplir "de manera fulminante". De igual modo, apuntó que "Granada es una ciudad abierta y no puede convertirse en un Estado de persecución policial".