Activistas de la organización ecologista 'Greenpeace' abordaron esta mañana los restos del chatarrero 'New Flame' para colocar una bandera con el lema 'Vertido diplomático'. Con esta acción, quieren denunciar los vertidos que el buque está provocando en la bahía gaditana, así como la "ineficiencia de las administraciones españolas y gibraltareña a la hora de resolver el grave problema", explican en su página Web. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, afirmó que "no habría ninguna dificultad" para que la Junta de Andalucía tome parte junto a los gobiernos de España, Reino Unido y la colonia de Gibraltar, en la reunión que celebrará el 'Foro del diálogo', en la que se tratará el caso del 'New Flame'.

Este caso es para Greenpeace un "paradigma de la contaminación crónica por hidrocarburos que sufre la Bahía de Algeciras", una situación por la que culpan a Gibraltar que, a su juicio, "ha incumplido la normativa europea" y a las administraciones españolas por su "permisividad". Por ello decidieron esta mañana "asaltar" los restos que quedan sobre el agua del 'New Flame' para colocar una bandera en su mástil la que puede leerse 'Vertido diplomático' y que muestran su desacuerdo con la actitud de las autoridades ante este suceso.

Así, denuncian que los gobiernos de ambos lados del estrecho llevan seis meses buscando culpables y en conflicto sobre la jurisdicción de las aguas, una actitud que, según explican en un comunicado publicado en su Web y recogido por otr/press, "pone en riesgo potencial de nuevos vertidos" la costa de Algeciras (Cádiz). A su juicio, el Gobierno español "no presiona de forma contundente en las diferentes instancias de la UE y del reino Unido para acabar con esta situación de carácter ambiental", dicen.

Del mismo modo la organización ecologista recordó que lleva desde el pasado mes de agosto (cuando colisionó el chatarrero) esperando una respuesta del Ejecutivo en relación a la composición de las 42.000 toneladas de carga que lleva en sus bodegas.