El alcalde de La Línea de la Concepción, Alejandro Sánchez (PP), ha anunciado que a partir de este martes comenzará la reordenación del tráfico de acceso a la aduana para aplicar la tasa de descongestión para el tráfico rodado que accede a Gibraltar, que según indicó, «no superará los cinco euros».

En rueda de prensa, Sánchez señaló que la intención es que una vez reordenado el tráfico, se empiece a aplicar la denominada tasa de descongestión en un plazo aproximado de 60 días (a mediados de octubre). Asimismo, indicó que para los camiones con grava o piedra procedentes de los rellenos de Gibraltar, se intentará aplicar un tasa más «radical».

Igualmente, anunció que iniciarán un contencioso administrativo para recuperar la carretera que el Gobierno de España entregó en el año 1985 para blindar el acceso a Gibraltar.

El alcalde aseguró que estas decisiones vienen motivadas por «el abandono del gobierno de la nación», y reclamó la recuperación de la Carta Económica Especial que en 2003 congeló el Ejecutivo socialista «y que suponen 30 millones de euros».

A preguntas de los periodistas, indicó que «aún no hemos decidido si cobraremos o no a los residentes en Gibraltar», pero que es un tema «que está sobre la mesa». No obstante, el dirigente del PP reiteró en varias ocasiones su intención de «mantener las buenas relaciones con Gibraltar», pero apuntó que no es posible que sea «el mayor emporio de apuestas por Internet, su fibra óptica pase por La Línea y nosotros no tengamos posibilidad de generar recursos».

También expuso Sánchez en su comparecencia, acompañado por la mayor parte de su equipo de gobierno, ejemplos claros de la tasa de congestión que quiere poner en marcha «en ningún caso es un peaje ya que hemos estudiado todas las opciones», y citó capitales como «Londres, Estocolmo», o ciudades como «Riga o Trodheim (Noruega)».

Además, dijo esperar una respuesta del gobierno de la nación, añadiendo que «sería vergonzante que nos llevaran al tribunal de Luxemburgo», pero dijo estar «preparado para cualquier contingencia».

En torno a la apertura de un contencioso para conocer los motivos que llevaron al gobierno de González, en el año 1985, a «blindar» la entrada a la última colonia de Europa restando patrimonio a La Línea, dijo que «iremos hasta donde haga falta», agregando que él tiene claro que hay que «seguir reivindicando la posibilidades de ser una ciudad con recursos propios, pese al antipatriorismo de Moratinos y el abandono de este gobierno».