La peculiaridad de la provincia de Cádiz, con ciudades muy pobladas además de la capital, se traslada a la asistencia sanitaria, con grandes hospitales públicos o concertados repartidos en varias localidades. La necesidad de modernizarlos, la falta de medios humanos y materiales y la lentitud en la ejecución de ciertas obras afectan de lleno a la asistencia sanitaria. Resulta, por ejemplo, llamativo que en el Hospital de Puerto Real se agotase un medicamento para crisis respiratorias y especialmente necesario en invierno por la época de gripe, mientras que en el Puerta del Mar salieron a la luz fotografías de una mesa de operaciones destrozada, lo que provocó que el SAS pidiese disculpas.

La apertura de centros, como el Hospital de San Carlos en San Fernando, tampoco ayudó mucho. Se esperaba que su servicio de urgencias sirviera para descongestionar al del Puerta del Mar. No ha sido así porque las patologías más graves siguen derivándose a Cádiz y sólo ha permitido descongestionar las urgencias del Tomás del Valle de San Fernando.

El pasado verano se hizo público un informe realizado por profesionales del servicio de Anestesia del Hospital Puerta del Mar, en el que se reflejaban supuestas irregularidades en la Unidad de Cirugía General y Aparato Digestivo del centro desde la llegada de su actual director, destacando el hallazgo de una frecuencia de complicaciones postoperatorias muy superior a la aceptable. Por este motivo, los autores del informe pedían que se hiciera una auditoría externa en Cirugía General, algo que el PP pidió en el Parlamento , donde se aprobó una proposición no de ley para realizarla, aunque hasta ahora no se sabe nada.

Mientras tanto, en Vejer, continúa cerrado el Hospital de Alta Resolución de la Janda, que está previsto que dé servicio a 70.000 habitantes. Un poco más al sur, en el Campo de Gibraltar se espera como agua de mayo la apertura del nuevo hospital de La Línea, que sigue acumulando demoras y no tiene fijada una fecha para su puesta en funcionamiento. Aunque el edificio ya está recepcionado por la Junta, faltan algunas obras menores y el equipamiento por parte del SAS. Mientras tanto los usuarios del actual hospital, que ya estaba obsoleto hace un cuarto de siglo, son tratados en un edificio que en los últimos meses ha sufrido la avería de todos sus ascensores o la aparición de roedores en los quirófanos y los paritorios.

En cuanto a la falta de personal, desde hace meses hay una alarmante falta de pediatras que está provocando que no haya especialistas en Urgencias. En la plantilla del hospital linense debería haber siete pediatras, pero llegó a haber sólo dos operativos. Por este motivo las patologías quirúrgicas se realizan en este centro, mientras que los menores con patologías no quirúrgicas que requieran ingreso son derivados al hospital Punta Europa de Algeciras. Allí tampoco se libran de la falta de personal ni de los colapsos puntuales en Urgencias. Además, hay que destacar que hace ya una década desde que la Junta de Andalucía adjudicó el proyecto de construcción del materno infantil en Algeciras.

Otros centros como el recién inaugurado en San Roque o el de Poniente en La Línea, tienen problemas de seguridad, con varias denuncias de agresiones al personal sanitario. "Parece que a primeros de febrero existe un nuevo convenio con otra empresa y se aumentará la seguridad en estos puntos", indican desde el CSIF. Igualmente, sostiene este sindicato que existe un gran problema de personal porque no se cubren las bajas y esto acarrea que muchos centros se cierren por las tardes en verano. Además, esta situación hace que se cierren agendas y las listas de espera se amplían.

En Jerez, la ciudad más poblada de la provincia, no se ha desarrollado una respuesta social contundente en la calle por la situación sanitaria, pese a que ésta está aquejada de múltiples carencias. Sólo el edificio de Radioterapia, debido a las vergonzantes circunstancias en las que los enfermos recibían este tratamiento, con traslados a Sevilla y en un transporte sanitario sin condiciones, provocó protestas en el hospital y gestiones que obligaron a Salud a concertar el tratamiento con una clínica privada de Jerez y a retomar la apertura de un edificio que dormía el sueño de los justos. Está por ver si la fecha que ha ofrecido el SAS para su apertura, el primer trimestre de este año, se cumple y la Junta salda así, aunque con diez años de demora, esta deuda.

Y no es la única. La modernización del hospital, que atiende a más de 400.000 habitantes, nunca se ha llegado a completar y eso que fue el argumento esgrimido por el SAS para acallar las voces que defendían la construcción de un nuevo centro. Las mejoras se hicieron con escasa planificación, en medio de una significativa pérdida de camas -131 menos que hace casi 20 años, según el propio SAS- y también de facultativos, sin que se hayan incorporado especialidades, para las que los jerezanos siguen dependiendo del Puerta del Mar de Cádiz.