Se pasó toda la mañana buscando un adjetivo que definiera a Susana Díaz y como estaba en Andalucía tiró del vocabulario local para inspirarse. No lo tenía fácil porque durante estos dos días a Susana Díaz le han llovido las alabanzas, los besos y los arrumacos en el congreso regional extraordinario.

Poderío. Con este adjetivo definió finalmente el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, a Susana Díaz, la flamante secretaria general de los socialistas en Andalucía. Le quiso decir que tiene dotes de mando, poder, señorío, autoridad, energía, fuerza y vigor, unas cualidades idílicas para guiar el cambio de rumbo que ha iniciado el PSOE. Rubalcaba no quiso obviar la condición de mujer de Díaz, orgulloso de que es la primera secretaria general del PSOE en Andalucía. Las andanzas del arzobispado de Granada, que estos días han dado la vuelta a España a cuenta de la publicación del libro Cásate y sé sumisa le dieron pie para sacar pecho sobre lo acertado de la decisión del género de la nueva secretaria. "Aquí, en Granada, donde se publican libros que aconsejan a las mujeres casarse y ser sumisas los socialistas hemos decidido que nuestra secretaria general sea una mujer", declaró.

"El PSOE de Andalucía ha vuelto a acertar con esta elección como lleva haciendo desde el principio de la democracia con todos sus dirigentes", y repasó el trabajo de Rafael Escuredo, José Rodríguez de la Borbolla, Manuel Chaves y Pepe Griñán. A todos, y principalmente a los militantes, agradeció su confianza y su voto "que nos permitió transformar España". Puestos a destacar el trabajo de los socialistas andaluces contrapuso las figuras de Felipe González, Manuel Chaves, Pepe Griñán y Magdalena Álvarez con los tres ministros andaluces del PP: Cristóbal Montoro, Fátima Báñez y Miguel Arias Cañete. "Son los ministros de la administración fiscal, la reforma laboral y el ministro de la manteca colorá. ¿Y todavía puede haber alguien que diga que nos parecemos?", preguntó a un auditorio entregado.

Después del repaso andaluz el líder del PSOE dio el salto al escenario político nacional para asegurar que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sí está cumpliendo su programa electoral "pero el B, el que tenía oculto y que sólo se ha atrevido a sacar cuando ha tenido mayoría absoluta y la excusa de la crisis para recortar". A nadie se le escapó que el símil era una clara alusión al auto del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz en el que dio por confirmada la supuesta contabilidad B del PP.

"Es un programa con el que están cumpliendo lo que pensaron toda la vida, que haya menos sector público y más sector privado", dijo, y definió la última semana como "la semana de los horrores en España" por la aprobación en el Senado de la ley Wert o el proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana.

Tras dejar claro que la reforma laboral será la primera ley de Rajoy que deroguen los socialistas si vuelven a gobernar, Rubalcaba ironizó con el anuncio del presidente del Gobierno en el que decía que no tenía pensado cambiar a ninguno de sus ministros. "Mira que tenemos mala suerte, el único sitio donde Rajoy aplica contratos de larga duración y estabilidad de empleo es justamente en su Gobierno".