El resto del tintero

Sanz, el prefecto

  • Mariano Rajoy elige como delegado del Gobierno, la segunda autoridad de Andalucía, a un dirigente de partido, buen conocedor de Andalucía, feroz opositor y mejor negociador.

ES que a Antonio siempre le han gustado muchos los walkies". En el PP también hay socarronería, las gaviotas ríen. Antonio Sanz, el nuevo delegado del Gobierno central en Andalucía, es otro estajanovista de la política, como lo es Susana Díaz y Javier Arenas, 16 horas al día y los siete días de la semana dedicados a lo que él llama la carretera y la manta, aunque muy de noche aún saca algo de tiempo para una afición muy secreta: es radioaficionado. Contaba Arenas, su gran mentor, capaz de nombrarlo secretario de Organización del PP andaluz aún demasiado joven, que "Antoñito" tenía la sede de la calle San Fernando de Sevilla repleta de sospechosas antenas, y es que su entonces número dos lo mismo se colgaba al micrófono por una alerta de tsumani que por el terremoto de Haití. Así de raros son los radioaficionados, tan dedicados a las ondas que Sanz llegó a tener uno de estos aparatos en el coche del partido. Y de ahí los walkies, del que el nuevo delegado podrá disponer en su despacho de la Plaza de España de Sevilla, desde donde coordinará a la Guardia Civil y a la Policía Nacional.

Es cierto que a Sanz (Jerez, 1968) le apasiona el cargo, y que quiso ser delegado del Gobierno cuando Javier Arenas no consiguió la mayoría absoluta la aciaga noche del Domingo de Pasión de 2012, cuando se frustró aquella Consejería de Presidencia que había acariciado y que se esfumó en la mejor oportunidad que ha tenido el PP en su historia para gobernar en Andalucía. Sin embargo, en esta ocasión, ha sido Rajoy el que ha buscado a Sanz, posiblemente el mejor perfil para defender sus políticas en este territorio Comanche que es la Andalucía de Susana Díaz. Y para ejercer de oposición. Sanz conoce de memoria cuántos años lleva de retraso la electrificación de la línea férrea Algeciras-Bobadilla, que es competencia del Gobierno central, pero también el último extremo del compromiso no cumplido de la Junta con el Hospital de San Carlos, con Delphi o con las llamadas ciudades de la Justicia, con más nombre que ladrillos. Habrá pocos pueblos andaluces que no conozca ya. Si ambos gobiernos van a seguir en la confrontación, Rajoy ha encontrado a su mejor defensor; también, al atacante.

No obstante, Sanz es esencialmente un político: si hay voluntad de las partes, es un fiable negociador. La mejor prueba de ello fue el nuevo Estatuto de Autonomía. Aunque el texto viró hacia la catalanidad, Sanz fue uno de los defensores del texto en el Congreso y tuvo que convencer a su partido en Madrid del error que hubiera supuesto oponerse de nuevo en otro 28-F.

Andalucía fue clave en la victoria del PP de 2011, buena parte de la mayoría absoluta de Rajoy se la ganó en esta comunidad. 2015 es otro año clave para Rajoy. A las autonómicas le sucederán a las municipales, y a éstas, las generales, y el delegado estará ahí para defender sus siglas.

Entre sus planes personales no figuraba el de llegar a la Delegación del Gobierno. Sanz era el director de la campaña de Juan Manuel Moreno Bonilla para las elecciones del 22 de marzo y su nombre se publicó esta misma semana en el Boja en la candidatura del PP por la provincia de Cádiz, era el número uno: a ambos nombramientos ha tenido que renunciar al convertirse en la segunda autoridad de Andalucía. Juan Manuel Moreno apostó por él ante Rajoy, y el jueves por la noche, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría se lo comunicaba por teléfono. Él ha sido uno de los apoyos de Moreno, no es exactamente morenista, pero lo defendió durante los primeros meses de la frialdad sevillana con la fue recibido el malagueño. Con Juan Ignacio Zoido y su secretario general, el otro Sanz, no se llevaba nada bien. Cuentan que el relevo en la sede de San Fernando no fue sencillo cuando Arenas dimitió, y que Sanz se llevó la radio, los cables y las banderas de su despacho. "Son mías", dijo secamente.

El nombramiento no ha sido bien recibido en el PSOE. Temen que Antonio Sanz se inmiscuya en las investigaciones policiales relacionadas con la corrupción. Los socialistas ya criticaron a su antecesora, la almeriense Carmen Crespo, por su anuncio de detenciones de la operación Edu 2, que amenaza con más secuelas, la tercera, la cuarta, la quinta..., saldadas con más aparataje para la televisión que con detenidos.

Sanz es un tipo informado, al PP han llegado muchas denuncias durante años. Un día, un periodista se montó en el automóvil que le ponía el partido. En el asiento de atrás, había una caja sospechosa con un escrito en su envoltorio que decía: "Antonio, por fin han llegado". El reportero creyó que era una documentación interesante sobre un caso de corrupción, quizás de los ERE. Sigilosamente, le dio la vuelta al paquete y descubrió qué ansiaba Sanz: eran piononos de Santa Fe. Humano, le encanta comer.

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