A la patronal de la construcción le parece bien que la Junta quiera sacar a licitación este otoño 2.500 millones en infraestructuras por financiación público-privada. El único obstáculo que ve es la actitud de la banca a la hora de facilitar crédito a aquellos constructores que se quieran animar a participar de esta fórmula mixta de ejecución de obras. De ahí que la Federación de Empresarios de la Construcción de Andalucía (Fadeco) reclamara ayer el compromiso de las entidades financieras para que este sistema funcione.

Ya existen antecedentes. El secretario general de Fadeco, Emilio Corbacho, apuntó que muchos convenios que firma la administración con las entidades financieras se quedan en "buenas intenciones" y no se plasman en la concesión de créditos a las empresas. Y como ejemplo, recordó que para financiar el Plan Andaluz de Vivienda se han llegado a firmar tres convenios con la anterior Consejería del ramo -ahora las competencias las ha asumido Obras Públicas- y en la práctica la concesión de créditos "no ha tenido eficacia", censuró.

Pero mientras la banca abre o no el grifo, constructores y Junta siguen trabajando. Corbacho explicó que la Consejería de Obras Públicas y Fadeco llevan meses negociando un pliego tipo que sirva de base para la licitación de obras en colaboración público-privada, que se prevé que en septiembre "llegue a buen fin".

Por tanto, a finales del próximo mes o principios de octubre, la Junta sacará a licitación las primeras obras bajo este modelo, en el que las empresas adelantan el dinero para la ejecución y después lo recuperan a través de concesiones o de otros sistemas.

Emilio Corbacho aplaudió esa fórmula siempre y cuando "quede claro que las empresas están dispuestas a entrar cuando los estudios de viabilidad económica den resultados aceptables" e insistió en que es necesario que las entidades financieras concedan créditos. En este sentido, advirtió que no vale que de forma genérica las entidades se escuden en la falta de garantías de las empresas para no otorgar los créditos.

Este tipo de financiación de infraestructuras "dará oxígeno" a las empresas constructoras para superar la grave situación en la que se encuentran ante la falta de carga de trabajo y también por los deudas de las administraciones públicas con las constructoras. De hecho, se están viendo forzados a parar obras porque los ayuntamientos no pagan al constructor y no pueden seguir haciendo frente a todos los gastos.

Corbacho sostuvo que la construcción necesita inversión en infraestructura y en vivienda y, en este sentido, lamentó el "drástico recorte" de las ayudas a la compra de vivienda protegida, anunciado por el Gobierno central para el próximo año, aunque ha destacado que la Junta "está buscando salidas" a esta situación.