Un hombre de nacionalidad marroquí murió ayer en Fuengirola (Málaga) tras recibir un disparo a bocajarro en la cabeza. Las primeras hipótesis apuntan a que pudo deberse a un posible ajuste de cuentas, aunque la Policía Nacional no descarta ninguna línea de investigación. Aún no se han producido detenciones.

Los hechos sucedieron pasadas las 16:00 en la calle Jábega de la zona de Miramar, muy cerca de un centro de salud. Tareq, nombre de la víctima, de 38 años, salió de su domicilio y se dirigió a su coche. En ese momento otro hombre, descrito por algunos residentes como "moreno", se acercó por detrás y le descerrajó un tiro en la cabeza. Después huyó a pie y sin soltar el arma. El propietario de un comercio cercano avisó a la Policía Nacional. También acudieron los servicios sanitarios, que no pudieron hacer nada por salvar la vida del hombre tiroteado.

"He escuchado un ruido sordo, como una detonación, pero pensé que era un petardo. Cuando nos hemos acercado hemos visto el cuerpo inmóvil, no se ha podido hacer nada por él", comentó el camarero de un bar de la calle. Después de que la Policía Científica recogiera todas las pruebas necesarias, el juez ordenó el levantamiento del cadáver.