Andalucía

Del norte, joven y empleado no cualificado

  • Un estudio de la Consejería de la Presidencia analiza al segundo colectivo de extranjeros más numeroso en Andalucía

Andalucía es un espejo múltiple para Marruecos. Una inspiración y una aspiración para las próximas décadas. Por el momento es uno de los destinos principales de la emigración magrebí en España, concretamente la segunda comunidad autónoma que más marroquíes acoge, con un 13% -Cataluña, con un 25%, es la primera-. La comunidad marroquí residente en el extranjero (los llamados MRE) constituye una de las principales fuentes de divisas para el país norteafricano y, según algunas estadísticas, en torno al 11% del PIB del país magrebí. Según el estudio Marroquíes de Andalucía. Dinámicas migratorias y condiciones de vida, publicado por el Centro de Estudios Andaluces de la Consejería de la Presidencia, son 92.712 marroquíes los residentes en la comunidad con datos de 2008. Se trata del segundo colectivo extranjero más numeroso de Andalucía, después de los británicos -con 99.457 nacionales-, y por delante de los rumanos, que contabilizan casi 80.000 residentes.

El perfil de los inmigrantes marroquíes que eligen Andalucía como destino es el de población eminentemente masculina, de entre 30 y 50 años, con bajos conocimientos de español al llegar, que procede principalmente del norte de Marruecos y que se concentra, sobre todo, en la Costa del Sol malagueña.

La fragilidad de la economía de la familia del emigrante es una de las notas fundamentales de esta comunidad. En el 39% de las familias de origen todos los miembros están desocupados menos el padre; en el 26% el padre y el emigrante estaban ocupados y hasta en el 19,2% de las familias todos los miembros de las mismas permanecían inactivos.

Según el estudio, la práctica totalidad de los marroquíes residentes en Andalucía recibió, al llegar, ayuda en el momento de la toma de contacto con el país. En el 38% de los casos fueron padres o hermanos y en el 33% amigos o conocidos de Marruecos. El trabajo revela la importancia clave de las redes sociales a la hora de establecerse en nuestra comunidad y a la hora de consolidar el destino entre otros miembros de una misma familia. Y desmiente el carácter azaroso de los viajes en patera y de la emigración de los menores no acompañados: la mayoría de los que llegan a las costas andaluzas sabe perfectamente a dónde llega. En el 75,3% de los casos los hermanos de los marroquíes asentados en Andalucía habían emigrado. Además, el 33% de los emigrantes encuestados financiaron su salida con ahorros; el 23% lo hicieron fundamentalmente con la ayuda de los padres.

Hasta un 40% de los marroquíes instalados en la comunidad admiten haber salido de modo no legal, modalidad en la que el apoyo familiar en la sociedad de destino es fundamental. Por otra parte, el 80% de los marroquíes residentes en Andalucía admiten enviar dinero a su familia en alguna ocasión: el 40% de los MRE en nuestra comunidad hacen al menos un envío trimestral a Marruecos y un 20% lo lleva a cabo mensualmente.

Sólo el 11% de los marroquíes residentes en Andalucía encuestados en el citado trabajo desarrollan actividades cualificadas. El 68% restante -sumando un 12% que se presentaron como desempleados- admitía realizar trabajos cualificados. Dentro de esta categoría, el 34,6% de los magrebíes se dedican a la agricultura; un 22,4% a la construcción y un 13,5% a la hostelería. La crisis actual, que ha tenido una repercusión especial en el citado sector de la construcción y el turismo, viene haciendo mella en los colectivos emigrantes, como el marroquí en particular.

Por áreas geográficas, el norte de Marruecos es, según el citado estudio, la principal zona de origen de los marroquíes residentes en Andalucía, con un 37% del total. Dentro de esta área, que confunde sus límites con los del antiguo Protectorado español (1912-1956), destaca la península tingitana, es decir, la zona de Tánger y su provincia, además de la vecina Tetuán, y el área montañosa del Rif, que se divide en un sector occidental y otro oriental.

La segunda zona de Marruecos que más marroquíes ve partir hacia Andalucía es la zona urbana del Gran Casablanca, con un 15% del total, en la que se engloban no sólo la gran urbe y capital económica del país, sino, además Rabat, Mohammedía, Salé o Kenitra, ciudades ubicadas en la costa atlántica que concentran la mayor parte de la población de Marruecos.

Otra situación es la registrada por las cifras de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en España (Atime). Sus números no reflejan las estadísticas oficiales del Estado, el 43% de los residentes procedentes del país vecino estarían actualmente en paro y desde comienzos de 2009 unos 150.000 habrían regresado ya al Magreb. Se trata de un "retorno silencioso", en palabras del presidente de Atime, Kamal Rahmouni, porque esta cifra de desplazados temporalmente a Marruecos no se refleja en las cifras del INE. La única cifra oficial que refleja este retorno es la del registro de extranjeros con permiso de residencia o trabajo en España, que a 30 de junio de este año reflejaba la salida de España de cerca de 17.000 extranjeros que perdieron su permiso de residencia. Desde el citado colectivo inmigrante magrebí señalan que esos ciudadanos siguen en los registros españoles porque, aunque se hayan instalado temporalmente en sus ciudades de origen en Marruecos, siguen viniendo a sellar la cartilla del paro y a hacer los trámites administrativos oportunos a España. El presidente de Atime asegura que se trata de un regreso temporal y que la mayoría volverá a España cuando mejoren las expectativas económicas. A finales del pasado año, el Consulado General de Marruecos en Andalucía Occidental y Marruecos reducía al mínimo el regreso de los nacionales de este país como consecuencia de la crisis y el aumento del paro.

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