Caso mari luz

Dos mil personas piden en Sevilla que Mari Luz Cortés vuelva a casa

  • En la manifestación, que arrancó en la estación de Santa Justa y terminó en el Parlamento andaluz, participó el Defensor del Pueblo, José Chamizo · Entre los participantes había representantes de las iglesias evangélicas de toda la región

Hoy se cumple un mes eterno desde que la pequeña de cinco años Mari Luz Cortés desapareciera una tarde de domingo de su barriada, El Torrejón, y las muestras de apoyo y solidaridad hacia su familia siguen sucediéndose con fuerza. Ayer tocaba el turno a la vecina Sevilla, donde alrededor de 2.000 personas, según las estimaciones de la Policía Local de la ciudad hispalense, se echaron a la calle para pedir a gritos que la menor regrese pronto a casa.

Desde la hora de la sobremesa, cientos de personas se iban sumando en silencio a la concentración convocada a las puertas de la estación de trenes de Santa Justa, un número que se iba incrementando paulatinamente conforme las agujas del reloj se acercaban a las 16.30 horas, instante en que estaba previsto partiera la comitiva hacia la sede del Parlamento de Andalucía. El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, fue de los primeros en sumarse al acto "para mostrar mi solidaridad a los padres y a la familia de la pequeña". Lo más importante, señalaba, "es que esto no decaiga, porque lo peor es no saber y ahora estamos en ese impás".

El alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, acompañado por los concejales Carmen Sacristán, Francisco Moro, Ángel Sánchez y Felipe Arias, tampoco quiso fallar a los padres de la niña de El Torrejón. El padre de Mari Luz, Juan José Cortés, se fundía con el regidor onubense en un intenso abrazo cargado de emoción, amistad y cercanía. "Estamos aquí para arropar a Juan José e Irene porque quienes sufren son ellos", comentaba Rodríguez, y pedía "a los testigos que hablen y a todos que este caso no caiga en el olvido, que es lo peor que podría pasar".

Con la llegada de los cuatro autobuses venidos desde El Torrejón, fletados por el Ayuntamiento de Huelva, Unión Romaní y el Secretariado Gitano, la comitiva arrancaba con unas mil personas en su seno. Entre ellas, los abuelos de la pequeña, Juan Cortés, su esposa Mari Luz y Armenia Fernández, y sus tíos Diego Cortés, Francisco Valentín Cortés y Vicente Jiménez. Al grito unánime de "¡Qué vuelva Mari Luz!" con el que la comitiva encaraba la Avenida José Laguillo se unían las voces el secretario provincial de la Federación de Industrias Afines, Luciano Gómez, y el cantante José Antonio Cortés Pantoja 'Chiquetete'. Los padres de Mari Luz estuvieron arropados también durante todo el recorrido por el delegado del Gobierno andaluz en la provincia de Sevilla, Demetrio Pérez Carretero, y por la delegada de Justicia en la provincia. Desde la salida en Santa Justa, los integrantes de la manifestación no cejaron en su empeño por repartir carteles con la imagen de Mari Luz a todos los conductores y viandantes con los que se cruzaban.

La madre de la menor desaparecida el pasado 13 de enero, Irene Suárez, explicaba a los medios de comunicación que "si mi hija aún no ha aparecido es que está todavía viva. Sólo quiero que me la devuelvan ya, que esto no tiene sentido". Fue una larga caminata a través de la Avenida de María Auxiliadora y de la Ronda de Capuchinos hasta la verja de los jardines del Parlamento andaluz repleta de brazos alzados al cielo, de imágenes de Mari Luz moviéndose al compás de las súplicas de los manifestantes, de personas venidas de toda la región -incluso de Algeciras- arrastradas por la fe y la solidaridad con la familia Cortés.

Al llegar al escenario ubicado frente a la muralla de La Macarena, el portavoz de la familia, Luis Molina, pedía tres minutos de silencio en nombre de la niña. Las pancartas parecían querer tocar el cielo, como lo hace la Giralda, y Sevilla enmudecía haciéndose partícipe del dolor de los familiares. Juan José Cortés se dirigía a los presentes diciendo que "en nuestro corazón falta un ser precioso que nos regaló Dios y que la mano del hombre nos ha arrancado" y "no puedo regalaros una sonrisa, pero aquí tenéis la mejor de todas, la sonrisa de mi hija", finalizaba bebiéndose las lágrimas señalando una foto de Mari Luz.

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