La gaditana Ruth Muñoz no ha tenido vacaciones este año. Las cogerá dentro de unos días para asistir en Grecia a un congreso de hematología y después dedicar las tres semanas siguientes a recorrer algunos de los más prestigiosos laboratorios nacionales para buscar un lugar en el que continuar su carrera de investigadora el curso próximo. Entre tanto, continúa su trabajo para el Instituto Nacional Canadiense del Cáncer, en un centro de la Universidad de McMaster, en Hamilton, a orillas del lago Ontario, muy cerca de la frontera con Estados Unidos. Acaba de terminar un importante estudio que espera publicar en una de las principales revistas científicas mundiales. Ruth tuvo el premio de Ciencia el año pasado, en la segunda edición de Andaluces del Futuro, un concurso promovido por el Grupo Joly, editor de este diario, y Caja Madrid y dotado con 6.000 euros.

Mucho más cerca, desarrolla su labor como empresaria Inmaculada Almeida, cuya agencia de viajes ha desarrollado un modelo de franquicia de enorme éxito. Almeida fue descubierta por los premio Andaluces del Futuro hace dos años, pero desde entonces no ha parado de recibir galardones de otros medios e instituciones. Por ejemplo, premios locales del Sur y la Cope en Málaga. El año pasado consiguió el prestigioso premio Alas de Iniciación a la exportación, creado por la Agencia Andaluza de Promoción Exterior. Y este año ha recibido el premio al Emprendedor de la revista Andalucía Económica.

Desde que consiguió su premio de andaluza del futuro, Inmaculada ha inaugurado una nueva sede central en Málaga y tiene 320 franquiciados en toda España, además de delegaciones en Portugal, Brasil, México, Chile y Panamá. Pero su principal novedad es la administración de un restaurante, propiedad del artista Ángel Garó, en Málaga. Se llama La reina zíngara. Tiene en sus paredes cuadros de Miró, Dalí o Picasso y un ambiente místico. Uno de los principales atractivos para los clientes es que les leen el futuro en las manos o les hacen su carta astral. Almeida quiere ahora desarrollar el modelo mediante un sistema de franquicia similar al que utiliza en su agencia de viajes.

Los deportistas premiados en las dos primeras ediciones del premio preparan nuevos retos. El andaluz del futuro de Deportes en 2008, el malagueño Christian Bazán, fue campeón de Europa junior de gimnasia ese año en los campeonatos celebrados en Lausana, con una medalla de oro en anillas, una de plata en suelo y dos bronces en salto y paralelas. A pesar de su juventud ya había formado parte del prestigioso equipo nacional absoluto en los europeos de Amsterdam de 2007 y se quedó en puertas de ir a los Juegos Olímpicos de Pekín. Su trayectoria sufrió un parón, porque en el verano del año pasado tuvo una grave lesión en una mano y se tuvo que operar. Ahora entrena con tesón para poder formar parte del equipo nacional que irá a Rotterdam dentro de un mes para los Campeonatos del Mundo de Gimnasia artística. Christian está becado en la Residencia Blume de Madrid desde los 13 años, en donde además está terminando un módulo de formación profesional en informática, sobre explotación de redes y ahora quiere empezar a estudiar para Técnico Superior en Actividades Físicas y el Deporte, conocido por las siglas TAFAD.

El deportista premiado en 2009, el sevillano Ricardo Pampano, fue el base de la Selección nacional de Baloncesto que se proclamó en 2009 campeona de Europa sub 16 en Kaunas (Lituania). Este año, con la sub 17 no han repetido el éxito en el Mundial celebrado en Hamburgo (Alemania) en donde la Selección ha quedado décima. Ricardo pertenece al equipo junior del Cajasol, pero ya entrena con la primera plantilla que juega en la ACB. Con los junior del Cajasol ha tenido más suerte esta temporada: han ganado la 31 edición del Torneo Ciudad de Hospitalet, uno de los más prestigiosos campeonatos juveniles de clubes en Europa, tras vencer en la final 72-70 al Unicaja. Pampano figuró entre los cinco mejores jugadores del torneo. El Cajasol junior también jugó la llamada Final Four (que en realidad es con ocho equipos) europea de clubes que se celebró en París. Quedaron segundos de su grupo, en donde el primer clasificado, el INSEP francés, acabó ganando el campeonato.

Innova Vegetalia del Mar, la sociedad de Raquel Velázquez y dos socias, que ganó el premio de empresa en el certamen del año pasado, tiene ya un catálogo de productos derivados de las algas. Se puede comprar fresco, deshidratado, el salazón, en especias o en polvo. Incluso fabrican picos de algas. Las obras de su nave industrial en San Fernando (Cádiz) se terminaron en junio y tienen contratos de ocupación en esteros de Chiclana y San Fernando. Esta empresa, con domicilio social en Conil, tiene como actividad la investigación, cultivo y recolección de macroalgas para consumo humano y opera con la marca Sur algae. Las tres propietarias, Raquel, de El Cuervo (Sevilla), Consuelo Guerra, de Tomares (Sevilla) y Mónica Medina, de Almuñécar (Granada) son licenciadas en Ciencias del Mar e hicieron el año pasado un estudio sobre la flora marina en el caladero de Barbate. Este año harán la segunda parte de ese proyecto de investigación. Para ellas el premio Andaluces del Futuro ha sido una tarjeta de presentación para conseguir apoyos públicos y proyección en los medios.

Inmaculada Almeida ha conseguido otra clase de proyección pública. Por ejemplo, acaba de ser elegida, el 11 de agosto, vicepresidenta de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Málaga. Esta empresaria es optimista por naturaleza y está convencida de que el sector del turismo empezará a recuperarse a partir del año que viene. "Este año, el primer semestre ha sido mejor que el de 2009, pero siempre los primeros semestres son mejores que los segundos. Falta por ver cómo se comporta el negocio hasta final de año para poder decir que 2010 ya ha sido el primer año de la recuperación".

Otros premiados en las ediciones anteriores son, por ejemplo en el ámbito de la Cultura, los músicos Lucía Marín, de Linares (Jaén), pianista y directora de orquesta e Iván Macías, de Moguer (Huelva), pianista fundador y director de la Escuela Municipal de Música de Moguer. Y en Acción Social Luis Miguel López Magaña, de Úbeda (Jaén), ingeniero técnico en informática de gestión, por su actividad de trabajo social en Úbeda, Loja, Motril y los barrios Almanjayar y Zaidín de Granada, con distintas organizaciones sociales no gubernamentales. Y Ángel Cardiel Ferrero, de Jerez de la Frontera, miembro del Movimiento Scout Católico.

Rafael Navajas fue el andaluz del futuro de Ciencia en 2008. Este sevillano trabaja en la Universidad de Granada, en el departamento de Genética de la Facultad de Ciencias. A pesar de su juventud Rafael Navajas ha sido el líder o primer autor en publicaciones científicas de muy alto valor. Se ha especializado en la secuenciación del genoma de algunas plantas y, particularmente en la identificación de los genes que determinan el sexo. En concreto, ha investigado para lograr un diagnóstico precoz de la papaya, para saber si el árbol es macho o hembra antes de que florezca a los cinco años: "Criar un árbol durante cinco años para que luego no de frutos no es rentable para los agricultores". Ahora ha hecho un trabajo similar sobre el pistacho, en un proyecto en el que era el investigador principal, aunque él sigue adscrito al Grupo BIO 200 que dirige el profesor Manuel Ruiz Rejón. Además de su tarea investigadora, Rafael imparte clases de Genética a los alumnos de Biología de segundo curso y Bioquímica en un Master de su Facultad.

Su colega Ruth Muñoz está especializada en inmunología y terapia celular. Investiga sobre células madre adultas, agentes antileucémicos que podrán tener una aplicación médica en el campo de los tumores hematológicos. En Canadá trabaja con el prestigioso profesor Mickie Bhatia y ahora buscará con quien seguir sus trabajos de investigación dentro de un año. Tiene citas en Barcelona, Salamanca, Pamplona, Santander y Madrid. También en Andalucía. En Granada, con Pablo Menéndez, director del Banco Andaluz de Células Madre. Y en Sevilla, con el profesor José Antonio Pérez Simón responsable de hematología del Instituto de Biomedicina de Sevilla dirigido por el profesor López Barneo, miembro del jurado del Premio Andaluces del Futuro.