Hemos estado este mes volcados con Latinoamérica, invitando a mirar con ojos nuevos a ese continente al que tanto nos ha vinculado la historia. Hemos querido aprovechar la efemérides del 525 aniversario de la llegada de Colón para hacer una presentación de la América real, a la luz de sus necesidades, de sus retos y del papel que debe tener. Y por supuesto hemos huido de cualquier revisionismo histórico sobre la colonización: eso queda pendiente, pero sí echamos de menos conceptos más críticos con los que las próximas generaciones puedan entender lo que nos une y también lo que nos ha separado. Para acabar esta serie, hemos pedido a amigos latinoamericanos que completaran nuestra mirada.

Porque necesitamos comprender a América. Javier Ruiz advierte que "centrar la mirada de tamaño evento global y lo que supuso sólo desde su punto de fuga (el descubrimiento), es reducir la perspectiva sobre el acontecimiento". La historia de América es compleja: "tanto aztecas como incas eran sociedades muy refinadas. La primera era refinadamente violenta y cruel, mientras que la segunda era refinadamente pacífica y ecuánime". Las mismas contradicciones salpican su presente. El periodista argentino Sergio Ferrari recuerda cómo después de una década (la del 2000) de particular "primavera democrática progresista", la coyuntura actual se encuentra polarizada hacia proyectos antagónicos: la victoria de Macri, los golpes institucionales contra Lugo o Rouseff, la ofensiva contra el Gobierno venezolano…

Porque sigue siendo urgente aprender de América. Ferrari apunta señales siempre vigentes de esperanza; aun en situaciones muy desfavorables como la actual, los movimientos sociales del continente son punta de lanza de la sociedad civil mundial. Desde el Movimiento sin Tierra de Brasil, pasando por las organizaciones indígenas, las que integran Vía Campesina, la lucha por derechos humanos en Argentina como ejemplo mucho más avanzado que cualquier proceso de esclarecimiento histórico en cualquier país europeo.

Porque, en fin, sigue haciendo falta mirar hacia América. Y mirarnos. El colombiano afincado en Huelva Faruk Narváez, nos recuerda que "una mirada sobre Latinoamérica es una oportunidad para mirarnos a nosotros mismos aquí y ahora". Atreverse a mirar al otro exige descubrir cómo vivimos nuestro ser ciudadano local y nuestra ciudadanía global, y solo con ese esfuerzo podremos acercarnos a la libertad, la justicia, y la democracia de los pueblos y sus gentes. Finalmente, de eso se trata.

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