Constitución y PISA

PISA se coló en el convite de la Constitución, por mor de la coincidencia, y aun así sobró tarta de cumpleaños

Rel pasado martes, la celebración festiva de la Constitución compartió protagonismo informativo con la difusión del informe correspondiente a los resultados de la prueba internacional de evaluación PISA, aplicada el año 2015. Poco tienen que ver una y otra circunstancias pero que resultaran parejas se presta al cruce de las comparaciones. La Constitución, por ello, lleva tiempo sometida a examen y, para algunos, necesita mejorar. Es decir, no progresa adecuadamente, que tanto una como otra valoración, en sus siglas propias (NM, PA), daban sustancia no hace mucho a los boletines de evaluación de los alumnos más pequeños. No se trataría ya de aplicarse y repasar, sino que la Carta Magna, resultona en su 38 aniversario, hubiera de sufrir una profunda crisis de los 40 tras la que pareciera, y fuera, otra. En PISA, sin embargo, España -patria común e indivisible de todos los españoles, sobre cuya indisoluble unidad como nación se fundamenta la Constitución, en su artículo 2- luce como un palmito porque sus resultados por primera vez igual o superan, en la serie histórica de PISA, la media de la OCDE y de la UE en Ciencias y Lectura. Luego esta ración de PISA, el día en que muchos representantes públicos que tienen ese carácter a causa de la Constitución hicieron rabona en su aniversario, parece reforzar la vocación de Estado -los resultados de España son algo menos mediocres y se codean con los de otros Estados de más rango-, aunque a propósito de PISA también se declaren despropósitos tanto en la satisfacción como en el desafecto.

El "debate territorial", por otra parte, va de suyo con los apremios de los valedores de la reforma constitucional y hace mella en el detalle de los resultados de PISA, consideradas las nacionalidades y regiones que integran la nación española, para las que la Constitución reconoce y garantiza el derecho a la autonomía y la solidaridad entre todas ellas -otra vez el artículo 2, que no hay mejor regalo de aniversario que releer despacio la Carta Magna-. España partida por PISA más o menos entre el norte y el sur: Castilla y León, Madrid, Navarra y Galicia a la altura de los primeros países en el cuadro de honor de PISA; y Andalucía, Extremadura y Galicia en el pelotón de cola. Claro que si difícil es la solidaridad interterritorial en materia pecuniaria, todavía peor, por no decir imposible, en cuestión de talento.

Al cabo, PISA se coló en el convite de la Constitución y aun así sobró tarta de cumpleaños.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios