La tercera jornada de altercados entre el Cuerpo Nacional de Policía y los integrantes del 15-M que acampan frente al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Málaga desde el pasado domingo se saldó ayer con cuatro detenciones por delitos contra agentes de la autoridad y desórdenes públicos. El nuevo enfrentamiento se produjo en las inmediaciones de la plaza Capuchinos, cuando un grupo de indignados intentó impedir la salida de un vehículo policial del CIE.

Según el abogado del movimiento, José Cosín, los indignados mostraron en todo momento una "resistencia pacífica", mientras que los agentes actuaron de una manera "desproporcionada y desmedida". El subdelegado del Gobierno en Málaga, Hilario López Luna, aseguró que varios integrantes del movimiento intentaron "impedir por la fuerza" la salida de un vehículo del Cuerpo Nacional de Policía.

Tras prestar declaración en la Comisaría provincial de Málaga, los cuatro detenidos fueron puestos a disposición judicial. El movimiento 15-M denunció que ésta es la "tercera vez" que la Policía carga "de manera desproporcionada" contra miembros del colectivo, quienes permanecen desde el pasado domingo a las puertas del CIE para reclamar asilo político para el interno argelino Sid Hamed Bouziane. María José Gallego, una de las integrantes del movimiento que sufrió ayer un esguince de rodilla a consecuencia de la "actuación violenta de la Policía", relató que cuando vieron el vehículo comenzaron "a caminar por el paso de cebra" para detener el primer furgón y ver si dentro estaba Sid Hamed Bouziane o alguna persona de las recluidas en el centro.

Azman Mulay, otro de los testigos, explicó que seguidamente corrieron para parar un segundo vehículo, todo ello mostrando una actitud de "resistencia pacífica". "La Policía ha venido con la intención de detener a cuantos más personas mejor", explicó Mulay, que añadió que la Policía llegó a gritar frases como: "detener, detener" y "detener al chico de la camiseta verde. Cogerlo", que finalmente resultó ser uno de los jóvenes detenidos.

Ayer se supo, por otra parte, que dos internos del CIE sacaron partido de lo que ocurría en el exterior la noche del lunes entre los miembros del 15-M y la Policía al aprovechar la gresca y escaparse sigilosamente. Un marroquí y un argelino huyeron de las instalaciones del centro a travás del tejado sin que los agentes -ocupados en la concentración de los indignados- se percatasen de la fuga.