José Ignacio Media Cebrián

"Andalucía cobra mayor peso estratégico cada día"

  • El Jefe de la Fuerza Terrestre española coordina a una veintena de generales desde Sevilla.

Al edificio le siguen llamando Capitanía y antaño lo fue. Se alza en el epicentro urbano de la Sevilla imprescindible y algunos saben que su planta, de estilo historicista, se erigió para la Exposición Iberoamericana de 1929, integrandose en la monumental Plaza de España. Muchos ignoran, empero, que este inmueble posee la más alta calificación de seguridad OTAN, una red de comunicaciones encriptadas virtualmente inexpugnable y, en sus entrañas, se siguen, minuto a minuto, los acontecimientos críticos en cualquier parte del mundo.

Desde 2006, esta construcción alberga al Cuartel General de la Fuerza Terrestre (Futer) española, donde se coordinan y orquestan los programas de trabajo cotidiano y los entrenamientos para misiones de todas las unidades operativas del Ejército de Tierra, salvo las de Canarias.

El teniente general José Ignacio Medina Cebrián, jefe de la Futer, viste, como todos aquí, uniforme mimetizado con "esquema árido" (el camuflaje que imponen los recientes despliegues internacionales) y botas de faena. Un atuendo que subraya el carácter operativo de esta instalación, en contraste con la decoración de su galería principal, ornada de armaduras, alabardas y partesanas.

Pero el cuartel general de la Futer está a mil años luz de acunar sólo glorias pasadas. Una de sus estancias es una impresionante sala de control de operaciones, capaz de enlazar por vídeo conferencia a la veintena de generales (5 de División y otros 15 de Brigada) que, desde Sevilla, coordina y manda el teniente general Medina.

Con treinta y cuatro años de vida profesional, José Ignacio Medina tiene larga vinculación con Andalucía. Su primer destino como teniente ya le traería a esta tierra y, concretamente a Cerro Muriano (Córdoba).

De hecho, gran parte de su carrera militar ha estado muy ligada a la geografía andaluza, pues sirvió asimismo en el Mando de Apoyo y Doctrina (Madoc) en Granada; aunque sus ascensos le llevaran también a Huesca, Vizcaya, Badajoz o Madrid. Incluso en 2004, pasó un año destinado en el Mando Central de los EEUU (Uscentcom, por su acrónimo inglés), radicado en la base de MacDill de Tampa (Florida), cuya area de responsabilidad abarca 27 países distintos, de África a Asia Central, pasando por el Golfo de Arabia.

Ese destino y sus misiones internacionales en la antigua Yugoslavia y Kosovo le han deparado un perfil profesional internacional, que completó con una licenciatura en Derecho, y el poder desenvolverse en dos lenguas de trabajo (inglés y francés).

Durante la entrevista, José Ignacio Medina Cebrián se reconoce aficionado al balonmano, al senderismo (sus últimos recorridos han sido por Almonaster y Zufre) y la lectura (especialmente de Historia, ahora se apasiona con una biografía de Hernán Cortés y el tercer tomo sobre el periodo de la Reconquista).

Al ser preguntado si esta "descentralización" de su cuartel general no choca con esa concepción de jerarquía militar centralista, José Ignacio Medina sonríe y precisa que se trata de una mejora de operatividad.

"La evolución de los acontecimientos internacionales lo impone así -explica-. Es algo previsto en nuestras propias directivas sobre estrategia y seguridad nacional", explica.

"Evidentemente -añade Medina Cebrián-, yo estoy a las órdenes del JEME [General Jefe del Estado Mayor del Ejército, Jaime Domínguez Buj], quien sí radica en Madrid. Eso no es óbice para que, desde Andalucía, se asuma el control de las fuerzas operativas del Ejercito de Tierra y sus respectivos cuarteles generales, a fin de tenerlas adiestradas y listas para las misiones que deban ejecutar en despliegues internacionales; ya bajo órdenes directas del propio Jemad [Jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante general Fernando García Sánchez]".

Preguntado si esas nuevas consideraciones geoestratégicas hacen gravitar hacia el sur, el peso de los dispositivos, el teniente general Medina refiere: "El general Ortega, director de la revista Atenea, cita la existencia de dos fronteras: una real o física, en nuestro caso conformada por Ceuta y Melilla, más el Atlántico y el Mediterráneo. Luego hay una frontera avanzada, definida por la franja del Sahel que abarcaría desde la costa occidental africana y el Golfo de Guinea, a través del territorio continental y acabaría en aguas del Indico. En esta ultima zona, tanto la Unión Europea como OTAN están sosteniendo misiones de lucha contra la piratería o de escolta y respaldo a los buques del programa de alimentos de la ONU".

"Si a eso sumamos acontecimientos tan terribles como los recientes de Lampedusa, o el drama de la llegada clandestina de emigrantes a estas costas, temas a los que se busca brindar respuesta internacional concertada; resulta evidente que Andalucía cobra mayor relevancia estratégica, día a día. Las circunstancias lo imponen así", relata Jose Ignacio Medina.

"Por eso me gustaría resaltar -comenta el jefe de la Futer- la importancia que, para Andalucía y para Sevilla, tiene este cuartel general aquí, subrayando que es también muy grande para el propio Ejército de Tierra".

Respecto a cómo se beneficia esta comunidad de esa presencia castrense, José Ignacio Medina, replica sin titubeos: "Sólo en este territorio, el Ejercito tiene más de 11.000 militares y sus familias, lo cual conlleva creación de empleo y de retorno económico a las comunidades donde residen. Nuestras instalaciones generan además una demanda de bienes y servicios que, obviamente, repercuten aquí".

El jefe de la Futer hace una breve pausa y comenta sonriente: "Lógicamente, esta es una buena relación que funciona en sentido inverso. Sabemos lo estimada y apreciadas que son nuestras unidades en los lugares donde tienen presencia consolidada. Zonas donde ya hemos tenido ocasión de vivir momentos dificiles junto a sus habitantes. Sería el caso de las pasadas inundaciones en Almería y de cómo la gente percibió el respaldo directo de su Ejército".

El teniente general Medina fija un segundo la vista sobre su mesa de despacho y luego reflexiona: "Pienso que conocer a las FFAA es acabar queriéndolas. Me parecen injustas las críticas, cuando se hacen desde el desconocimiento o los tópicos manidos. Nosotros, como todo el mundo, podemos ser objeto de crítica, claro. Pero sólo pido que se enfoquen con objetividad, con hechos contrastados y datos fundamentados. Nuestro constante empeño es servir a la ciudadanía. Por esa razón vamos donde nos dice el Gobierno y volvemos cuando lo ordena el Gobierno. Somos instrumento de la soberanía del país, una herramienta para hacer que España detente una posición importante en el mundo y ante el resto de naciones".

Interrogado sobre cómo se refleja eso en el quehacer cotidiano del Cuartel General de la Futer, Jose Ignacio Medina, aclara: "Este mando tiene dos misiones esenciales: Preparación y Generación de unidades. La primera implica todas aquellas activades que nuestros oficiales, suboficiales y soldados deben aprender individualmente, para integrarse en unidades superiores. Luego las evaluamos y certificamos para intervenir en un escenario generalista".

"Esa preparación va ligada a Grados de Disponibilidad o RC (en inglés Readiness Category), que son más cortos en función de la necesidad de intervención y se clasifican del RC-1 (2 días) al RC-9 (180 días). Por tanto tendremos siempre a disposición del Jemad unidades para intervenir en cortos periodos de tiempo".

El jefe de la Futer precisa que "el concepto de Generación atañe al hecho de que no siempre que se participa en una operación, nuestras unidades tienen las capacidades precisas a la entidad del cometido. Nuestras brigadas tienen unas capacidades medias que son la base de la intervención. Pero existen otras capaciedades como helicópteros, operaciones especiales, capacidad NBQ (Nuclear-Bacteriológica-Química), Ingenieros, o CIMIC (Cooperación Civico-Militar) que pueden ser precisas y están ligadas a otras unidades. Nosotros integramos unas en otras, cuidando que su operabilidad sea absoluta".

"Eso vale también para su capacidad de actuar con unidades extranjeras, como ocurre ahora en nuestro despliegue en Líbano, donde España manda uno de los dos subsectores de la misión y nuestras tropas trabajan con un contigente de la India, otro de Nepal, otro de Indonesia, más una unidad de El Salvador. Si consideramos además los contigentes del Ejercito de Tierra que se movilizaron a Afganistán o el que trabaja ahora en Malí, en todo esos años de misión, la Futer ha adiestrado y provisto de capacidad operativa a unos 60.000 militares".

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