La Guardia Civil informó ayer de la desarticulación de una importante red de narcotráfico que operaba en la provincia. Los delincuentes introducían hachís y cocaína en dos ramas conectadas. La rama de la cocaína actuaba en y a través de Algeciras. En el puerto algecireño se logró la incautación de 716 kilos de esta droga.

La red organizó la entrada de la cocaína en contenedores que llegaban al puerto, y usando el método del gancho perdido, es decir, introducir la droga en origen en un contenedor de mercancía legal y sacarla aquí sustituyendo el precinto aduanero. Toda la operación, denominada Adiós, se ha saldado con 56 detenciones. La Guardia Civil confirmó a este diario que 15 de los arrestos están relacionados con la trama de la cocaína, sin contar con el del cabecilla, que participaba en la organización de todo el entramado.

Las detenciones se han practicado en las provincias de Cádiz, Córdoba, Sevilla y Valencia. La incautación de hachís ha sido de 3.840 kilos.

La operación se inició tras tener conocimiento la Guardia Civil de la presencia de una organización de narcotraficantes asentada en la zona de Barbate y Zahara, que estaría intentando introducir alijos de hachís por esa zona de la costa gaditana.

Los agentes interceptaron un primer alijo en la playa de Zahara de los Atunes, donde se incautaron 1.650 kilos de hachís en un garaje de la zona de Torreplata, y se procedió a la detención de una persona y la intervención de un vehículo. Asimismo, se tuvo conocimiento de que la organización responsable del alijo podría contar con la cobertura de algún miembro de las fuerzas de seguridad.

Posteriormente, se identificó a J. R. M., propietario de un chiringuito de copas en Zahara, como el líder de la red. Esta persona se encargaba de controlar todas las operaciones de tráfico de drogas que se llevaban a cabo en la zona de Zahara de los Atunes. Asimismo, contaba con el apoyo de J. M. B. G., que controlaba las actividades ilícitas que se desarrollaban por la zona de Barbate. La Guardia Civil detalló que estas dos personas constituían la cúpula de la organización.

Continuando con las investigaciones, los agentes detectaron que la organización se dividía en las dos ramas mencionadas, totalmente vinculadas y relacionadas con el mismo fin. Una de ellas se dedicaba al tráfico de hachís por la costa de Barbate o sus pedanías, Zahara o Caños de Meca, mediante el uso de una embarcación semirrígida o recreativa. Y la otra se encargaba de introducir a través del puerto de Algeciras cocaína.

La red tenía una sólida infraestructura y contaba con la cobertura de un guardia civil destinado en Torreplata de un policía local de Barbate. Cuando existía un riesgo en la introducción de los alijos utilizaban el acuartelamiento militar de Punta Camarinal, en Tarifa, donde también contaban con la cobertura de tres militares destinados en el mismo, los cuales permitían la descarga de la droga en el acuartelamiento cuando no se conseguía por la playa de Zahara. Dos de ellos son hermanos y el otro, un cabo.

El pasado mes de mayo los miembros de la organización llevaron a cabo un alijo por la costa de Caños de Meca, que fue abortado tras la actuación de la Guardia Civil, y donde se procedió a la incautación de 2.100 kilos de hachís, y a la intervención de una embarcación. Toda la planificación de este alijo frustrado se llevó a cabo en el local zahareño propiedad del cabecilla de la organización, estando presente en esa reunión el policía local de Barbate que proporcionaría la cobertura policial en Caños de Meca.

Los agentes averiguaron que el líder de la red había contactado con una organización colombiana para que le proporcionara una elevada cantidad de cocaína.