Andante moderato. Los Presupuestos andaluces de 2015 no sufren la tristeza de años anteriores, pero tampoco son una alegría. Nada expansivos. El gasto de la Junta del próximo ejercicio quedará congelado en 29.625 millones de euros, sólo dos millones más que en 2014, pero olvida las restricciones de años anteriores. El respiro que ha dado a la Junta la caída de los tipos de interés de su deuda, más el aplazamiento del pago al Gobierno central del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y el aumento de la recaudación le ha permitido, no obstante, realizar una reestructuración interna del gasto, de tal modo que podrá recuperar los complementos salariales que le quitó a su empleados con motivo de la crisis y aumentar un poco la inversión. No mucho. Un andante moderato. La inversión real sube 186 millones de euros, y llega a los 1.123 millones repartidos, básicamente, entre las consejerías de Salud, Medio Ambiente, Educación y Fomento. Prueba del escaso brío inversor de la Administración Pública es que esta última Consejería, en teoría la más inversora, la que construye carreteras y líneas de tranvías, tiene 202 millones de euros para este capítulo a lo largo de todo 2015.

La consejera de Hacienda, María Jesús Montero, presentó ayer este proyecto de Presupuestos que entrará en el Parlamento el próximo viernes. A diferencia del ejercicio anterior, los dos socios de Gobierno, PSOE e IU, no han tenido grandes problemas para cerrarlo. IU consiguió que ayer mismo se aprobase el proyecto del Ente Andaluz de Crédito y arrancó para una de sus consejerías, la de Fomento, el mayor aumento porcentual del gasto, un 20,4%, con lo que el departamento dirigido por Elena Cortés contará con 712 millones de euros.

El alivio del pago de la deuda, que es de 563 millones de euros entre la bajada de los tipos de interés y el aplazamiento del FLA, se consume en la recuperación de los suplementos salariales de los empleados. Son 447 millones de euros más entre los complementos de las pagas extraordinarias y el porcentaje de sueldo que se le restó a trabajadores del SAS. Por ello, el capítulo de personal de la Junta, que es el más abultado de todos, se incrementa un 4%. Los trabajadores de la Administración autonómica también volverán a cobrar el 100% del salario en caso de baja por incapacidad laboral, y la tasa de reposición del personal aumenta hasta el 50%.

A pesar de que la Junta gastará menos en concepto de deuda en 2015, hasta un 17%, el coste se eleva a 2.642 millones de euros, y sigue siendo el tercero más abultado de la administración autonómica. Sólo la supera los presupuestos de las consejerías de Salud y de Educación. La Junta gasta cada día 7,2 millones de euros a pagar intereses y vencimientos de su deuda financiera, que no ha parado de crecer desde el inicio de la crisis, aunque el ratio andaluz es de los mejores de las comunidades autónomas.

Para comprender qué ha ocurrido con los Presupuestos de la Junta, hay que considerar que el objetivo de la reducción del déficit se convirtió en el primordial de todas las administraciones. En los últimos cuatro años, el déficit autónomico se ha reducido en 3.922 millones de euros, y será del 0,7% del PIB en 2015. Ello se consiguió gracias a un recorte salarial y a casi la práctica extinción de las inversiones reales, además de algunas medidas de racionalización del gasto. El próximo ejercicio ofrece un respiro. La Junta calcula que el PIB aumentará un 1,8%, lo que se traducirá en un aumento de la recaudación (235 millones de euros) y una mejoría del empleo. Sin embargo, la Consejería de Hacienda se ha vuelto a cuidar un año más de no realizar una previsión de la disminución del paro.

A pesar de la mejoría que notarán algunos andaluces en sus bolsillos -los trabajadores de la Junta-, el Gobierno autonómico no ha replicado en su tramo del IRPF el descenso de tipos que sí ha aprobado el central. Fuentes de la Junta explicaron a este medio que la caída de ingresos que acarreaba no podía ser asumido por la incipiente mejoría de la recaudación. El Presupuesto también incluye la creación del consejo de transparencia, un organismo dotado con 60.000 euros que debe aplicar la ley andaluza. La Consejería de Hacienda aumenta su gasto un 11,5% debido a que será este departamento el que asuma el gasto de la creación del Ente de Crédito Andaluz, que partirá con un capital inicial de 18 millones de euros. De cara a ejercicios posteriores, la Junta debe confiarlo todo a la recuperación, puesto que en 2016 bajan los fondos europeos que recibirá la comunidad. En 2015, se beneficia de la transición de la consideración de Andalucía, que pasa de ser zona de convergencia, de las más pobres, a de una estado intermedio.