Con la misma frase con la que Juan Manuel Sánchez Gordillo justificó hace apenas 15 días su decisión de dejar la Alcaldía de Marinaleda y seguir como diputado para cumplir con la ley electoral andaluza que ha hecho incompatibles ambos puestos -"en el momento actual puedo servir mejor los intereses de Marinaleda y del pueblo andaluz desde el cargo de diputado", recogía en el escrito que registró el día 11-, ayer justificó lo contrario. Que al final se va, pero del Parlamento: "En el momento actual puedo servir mejor a los intereses del pueblo de Marinaleda y del pueblo andaluz desde el cargo de alcalde", repitió en el documento con el que evitó que se iniciara el proceso para expulsarle de la Cámara. También alude a un "intenso debate" con sus concejales y con la asamblea de vecinos, que le habrían llevado a rectificar. Tras registrarlo, firmó la renuncia al acta de diputado ante el presidente de la Cámara, Manuel Gracia, y el portavoz del grupo de IU, José Antonio Castro, con lo que la decisión -ahora sí- no tiene vuelta atrás.   

De nuevo, el líder de la CUT,  agotó todos plazos. Como cuando comunicó qué iba a hacer inicialmente. Semanas antes habían renunciado como diputados cinco alcaldes del PP y Esperanza Oña a la Alcaldía de Fuengirola. Gordillo también se fue al límite para convocar, el pasado sábado, el Pleno del Ayuntamiento en el que se tenía que dar cuenta de la renuncia a la Alcaldía, en mitad de un silencio que rompió para comunicar se quedaba. Son las "cosas" de Gordillo, han dicho los que le rodean, un gesto de "rebeldía" ante una incompatibilidad que cree injusta. Aunque su indecisión, que puede proyectar apego a los cargos, había suscitado esta vez resquemor en IU. También en la CUT, desde donde se le había pedido que se decidiera ya.   

Gordillo cumplirá así 36 años al frente del municipio de la Sierra Sur de 2.800 vecinos, cuya idiosincrasia no se entiende sin su figura. Es el único regidor sevillano que ha permanecido en el puesto desde las primeras elecciones de la Democracia, con mayoría absoluta, un puesto del que se resiste a desvincularse. De hecho había anunciado que, aunque dejara la Alcaldía, seguiría como edil raso. Pero ningún concejal ha querido o se ha visto preparado para dar el paso y asumir un lógico relevo. El que no sea diputado facilita que pueda repetir como candidato en 2015.

Gordillo pone fin así a su tercera etapa como diputado. Lo ha sido en los periodos 1994-2000, 2008-2012 y desde 2012 hasta ahora, las dos últimas veces fue además cabeza de cartel de IU por Sevilla. Su escaño lo ocupará Álvaro García Mancheño, teniente de alcalde de Pedrera, otro feudo de la CUT en Sevilla a la que pertenece. Como Gordillo, Mancheño es maestro. Está en la dirección colegiada de IU-CA. Es "imposible" sustituirle, dijo sobre su predecesor, por su "larga e importante" trayectoria, su "histórica lucha" a favor de los más desfavorecidos y su "carisma". El futuro diputado lamentó que haya tenido que dejar la Cámara y destacó por su parte que él llega "con ganas de sumar y de ser útil", sin renunciar a la discrepancia porque la CUT, recordó, nunca ha estado de acuerdo con el pacto de gobierno firmado entre PSOE-A e IU. "Vengo con ilusión y ganas de trabajar mucho y de hacerlo en conjunto para que el grupo sea más fuerte", subrayó.