Andalucía se sitúa un año más como la comunidad autónoma que menos presupuesto por habitante destinará en sanidad durante 2015, según el informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp), que la cifra en 1.040,32 euros. Este informe de la Fadsp pone a Andalucía a la cola en gasto sanitario por habitante en relación a las comunidades autónomas del resto del Estado, muy alejada de los 1.548,34 euros que gastará por habitante el País Vasco o los 1.467,10 de Navarra.

Los datos reflejan un leve incremento del presupuesto destinado a sanidad en Andalucía con respecto al año anterior, pero no supera la media nacional de 1.254,76 euros por habitante, y su diferencia con el País Vasco, que tiene el presupuesto per cápita mayor, es de 544,02 euros. Tras conocer estos datos, el Sindicato de Enfermería (Satse) de Andalucía ha lamentado que el Gobierno autonómico continúe aplicando los criterios "economicistas" en sanidad.

El aumento presupuestario de este año no alcanza, tras los "recortes" que ha sufrido la sanidad pública andaluza desde 2010, el presupuesto que el Gobierno autonómico destinó a este capítulo en dicho año que fue de 1.180,09 euros por habitante, recuerda Satse. El sindicato asegura en un comunicado que el "ínfimo" aumento presupuestario no es suficiente para acabar con los recortes sufridos y que la Junta "ha dejado al límite, con grandes carencias" a la sanidad pública andaluza y con "pérdida" de derechos de los profesionales sanitarios.

Ha recordado que la ratio en Andalucía de profesionales de enfermería es de 2,4 por 1.000 habitantes, muy por debajo de la media de 8 enfermeros que propone la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), y de la media nacional de 5,2, una "falta de plantilla que lleva a poner en riesgo a los pacientes ante el déficit de cuidados", ha criticado. Ante esta situación, el Sindicato de Enfermería ha exigido a la Junta que aplique una "defensa real" del modelo de sanidad pública, la normalización del sistema de contratación, la regulación de la jornada laboral y la adecuación de las plantillas a las ratios recomendadas.