Andalucía

Los ecologistas denuncian el riesgo ambiental y sanitario de una nueva refinería

  • El anuncio sobre la posible instalación industrial iraní en Huelva o Algeciras provoca controversia

Hace dos semanas que planea la posibilidad de que Irán construya una refinería de petróleo en suelo español y hay dos puertos con muchas opciones. El propio ministro de Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, desveló negociaciones con la república islámica para la construcción de este complejo industrial en el Campo de Gibraltar, pero también hay terrenos disponibles en Huelva. Son dos de las zonas más industrializadas de Andalucía, que cuentan ya con este tipo de instalaciones y golpeadas especialmente por el desempleo. Eso es lo que vendría a paliar la nueva refinería, según explicó el propio García-Margallo a mediados de enero.

No comparten su opinión los grupos ecologistas con presencia en Andalucía, que ayer se reunieron en Sevilla para mostrar su disconformidad con el proyecto. "El tiempo de los hidrocarburos y su tecnología ha acabado", afirmó Aurelio González, portavoz de la Mesa de la Ría de Huelva, que criticó la instalación de la refinería en el puerto onubense por el "el problema ambiental y de salud" que, a su juicio, provocaría. Además, para rebatir la postura del ministro, negó que esta industria vaya a mejorar las cifras del paro en la zona por "lo poco que contribuye al desarrollo". Para corroborar esta posición, el delegado de Greenpeace Andalucía, Juan de Dios Fernández, aseguró que si España continúa con modelo energético basado en los combustibles fósiles, el PIB crecerá a un ritmo del 0,5%; mientras que si priman las renovables la cifra alcanzaría el 2%.

Raquel Ñeco, portavoz de Verdemar-Ecologistas en Acción, retomó el discurso sanitario para definir la construcción de una nueva refinería como "prácticamente un genocidio". Según la representante de esta organización radicada en el Campo de Gibraltar, en su comarca "la gente se muere antes que en el resto de España" y la edificación iraní induciría un mayor tráfico de petroleros en un Estrecho de Gibraltar ya saturado.

El riesgo que supone ese aumento en el número de los buques fue una de las razones esgrimidas por Juan José Carmona, portavoz de WWF en Andalucía, para rechazar el proyecto anunciado por García-Margallo. Tras revelar que el propio Puerto de Huelva le ha reconocido que ha puesto terreno a disposición de los promotores, Carmona recordó un precedente que hace difícil la instalación de la refinería iraní: el fracaso de una industria similar en la provincia de Badajoz, pero con la infraestructura de entrada y salida de hidrocarburos en los muelles onubenses.

"El ministerio de Medio Ambiente dio una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) a este proyecto por un informe de la Junta de Andalucía que decía que elevar los riesgos era algo inadmisible", señaló el portavoz de WWF, que recordó que cuando se redactó el mencionado documento el consejero de Medio Ambiente era José Juan Díaz Trillo, hoy diputado socialista por Huelva, que pidió recientemente información al Gobierno en funciones sobre la hipotética refinería iraní.

"Esperamos que la Junta sea la primera interesada en que no haya un proyecto de estas características en el sur de España", apostilló el portavoz ecologista. Y parece que la Administración andaluza es prudente al respecto, puesto que el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, reconoció ayer que en Huelva y el Campo de Gibraltar "existe una sensibilidad ambiental a tener en cuenta". Asimismo, Fiscal afirmó que le parece "de chiste" que el Gobierno "insinúe" la instalación de esta industria pesada en Andalucía.

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