"Indeseables, impresentables y esperpénticas". El alcalde José María González Kichi (Podemos) ha conseguido unir a la mayoría de los sindicatos del Ayuntamiento de Cádiz, que en un comunicado muy duro dirigido contra el propio regidor exigen su dimisión por las declaraciones que hizo en una entrevista publicada en La Voz de Cádiz el pasado domingo. "Entre un policía que denuncia y un vecino que se busca la vida, me quedo con el vecino", dijo González después de admitir que la actuación de los agentes que denunciaron a un joven que vendía pescado de manera ilegal "fue impecable".

En el escrito, rubricado por UGT, CCOO, Unión de Policías Locales y Bomberos de Andalucía y CSIF -no está Autonomía Obrera- y ya registrado en el Ayuntamiento se acusa a González de "menospreciar, poner en entredicho y desprestigiar el trabajo que venimos desarrollando desde la Policía Local". Para estas organizaciones, lo más grave es que el alcalde está "invitando e incitando a la ciudadanía a infringir preceptos legales, menoscabando nuestro principio de autoridad y posicionándose a favor de la economía sumergida", y todo ello "como máxima autoridad política y jefe superior del cuerpo". Los representantes de los trabajadores municipales añaden en su escrito que "no le consideramos digno de ser nuestro jefe, no es digno de representarnos", por lo que reclaman su dimisión.

Tal es la indignación de los sindicatos municipales que afirman que "jamás en la centenaria historia de la vida del Cuerpo de la Policía Local de Cádiz se ha vivido una situación tan esperpéntica de acoso y derribo de nuestro alcalde". Los representantes de la plantilla cargan contra el dirigente de Podemos por "hipócrita" al mostrar "el desapego" hacia este cuerpo de seguridad "desautorizando" a estos funcionarios públicos. Sin embargo recuerdan que "como es habitual en muchos políticos de su condición populista, bien rápido se acuerdan de la policía cuando nos necesitan para algo".

Para los sindicatos "todo tiene un límite que ni debe ni puede sobrepasarse".De este modo advierten al alcalde que "por suerte o por desgracia, le guste mucho o poco" vivimos en un Estado de Derecho "con unas reglas de juego establecidas que garantizan el equilibrio entre los derechos y deberes y nos permiten disfrutar de una convivencia ciudadana con todo lo que conlleva". Estas reglas tienen que ser respetadas por todos, "ya sean políticos, jueces, médicos, policías y vendedores ambulantes de pescado", dice el comunicado.