Andalucía

La UE entierra el anillo ferroviario de Antequera y exige 140 millones de euros

  • La Comisión Europea critica duramente el proyecto tras realizar una "investigación pormenorizada". Adif devolverá los fondos.

El proyecto del Centro de Ensayos de Alta Tecnología Ferroviaria (Ceatf), conocido como el anillo ferroviario, que el Gobierno quería promover en Antequera para probar trenes a muy alta velocidad (hasta 520 kilómetros por hora) estaba muerto porque ninguna empresa quiso participar. Y la Unión Europea no solo se encargó ayer de enterrarlo definitivamente, sino que lanzó duras críticas contra el Gobierno español, al que acusó de infringir las normas comunitarias y le exigió la devolución de los 140 millones de euros que ha concedido.

La Comisión Europea publicó ayer un comunicado de prensa demoledor sobre este proyecto, que fue anunciado a bombo y platillo en 2011 por los entonces ministros socialistas de Fomento y de Ciencia e Innovación, José Blanco y Cristina Garmendia, respectivamente. La Comisión aseguró que ha realizado una "investigación pormenorizada" y no deja títere con cabeza. Para empezar, señaló que este centro de pruebas no tenía utilidad alguna y "no haría sino duplicar" otras infraestructuras existentes. "No parece existir ningún interés en el mercado por desarrollar productos que funcionen a esas altas velocidades, ya que no serían comercialmente viables. A falta de demanda de tales servicios específicos, el uso de las instalaciones del Ceatf se limitaría, en la práctica, al ensayo de trenes y equipos hasta las velocidades comercialmente viables de 320 a 350 km/h, para las que ya existen centros de ensayo en la UE. Ya se realizan ensayos en redes ferroviarias comerciales", apuntó.

Bruselas tampoco cree que este costoso proyecto -cuya inversión total debía ascender a 358,6 millones de euros- sirviera para crear empleo de calidad en Andalucía. "No contribuye al objetivo de promover el desarrollo sostenible de Andalucía. Solo tendría escasos efectos a corto plazo mediante la creación de empleos temporales en el sector de la construcción durante la construcción de la infraestructura. El coste público habría sido desproporcionadamente alto y España no consiguió demostrar que las ventajas del proyecto compensaran los costes de construcción y las pérdidas de explotación", añadió en el comunicado.

Para rematar, España adelantó dinero sin tener permiso para ello. "Según los planes notificados por España a la Comisión en septiembre de 2013, la financiación pública debía otorgarse al gestor español de la infraestructura ferroviaria, ADIF(Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), que sería el propietario del Ceatf. La investigación de la Comisión reveló que, de hecho, España ya pagó a Adif, a partir de 2011, 140,7 millones de euros, antes de que la Comisión adoptara su decisión, infringiendo así las normas de la UE", remarcó el Ejecutivo comunitario.

Fuentes de Adif indicaron que devolverá la subvención de 140 millones de euros que fue concedida al Ministerio de Hacienda. De ella, se gastaron unos 13 millones en la construcción de una nave logística y de una subestación eléctrica, y en torno a cinco millones en la redacción de proyectos constructivos de los cinco tramos en los que se iba a dividir el anillo.

La duda ahora es saber qué pasará con el Centro de Tecnologías Ferroviarias, ubicado en el Parque Tecnológico de Andalucía y que, en principio, iba ligado al anillo. Desde Adif se destacó que "seguirá porque se está haciendo trabajo de investigación". "Tenemos un acuerdo con la Junta de Andalucía y, aunque iba a ser un apoyo para el anillo ferroviario, es un centro con vida propia", apuntaron las mismas fuentes.

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