El proyecto del AVE a su paso por Loja está gafado. Los problemas manifestados por la adjudicataria en los últimos meses para afrontar los trabajos se han confirmado con el anuncio de la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Dragados y Tecsa de abandonar la obra. Una decisión que de confirmarse implicará un mayor retraso en los plazos que se marcaron al inicio. Es decir, toca volver a empezar. O lo que es lo mismo, el procedimiento administrativo retorno a como estaba en el verano de 2014, fecha en la que se licitó el proyecto.

Fue en enero del año pasado cuando se adjudicó el proyecto a la referida UTE, que siete meses después comenzó las obras tras superar varias trabas legales de carácter medioambiental con la Junta. Apenas cuatro meses después, la empresa paralizó los trabajos y reclamó un modificado del 10%. Así, desde primeros de este año la obra está bloqueada a casi un 20% del nivel de ejecución.

Con estas mimbres toca preguntarse ahora si habrá que esperar otros dos años para que se readjudique el contrato a la adjudicataria en cuestión. La realidad es muy compleja y el escenario de incertidumbre es total. En todo caso, una vez que se confirme la resolución del contrato entre Adif y la UTE -siempre y cuando no se produzca un contencioso entre las partes- el Ministerio de Fomento podría optar por dos vías según la ley de Contratos del Sector Público. Por un lado, el trámite ordinario que sería el más largo al tener que cumplir todos los pasos que exige la normativa y, por otro, el trámite de urgencia que acortaría al 50% los pasos.

En el caso de la primera vía, según fuentes consultadas, "en menos de dos o tres meses no estaría adjudicado el contrato". No obstante, hay que tener en cuenta que, a día de hoy, el Gobierno sigue en funciones -lo que limita el poder de acción del mismo en ciertas parcelas- y,además, podría darse el caso de que se omitiera el proceso de licitación. De estas dos variables también dependerá la agilidad que adquiera la tramitación del proyecto.

Sea como sea, de lo que parece que no hay duda es de que el corte ferroviario y por tanto el atranque del AVE a Granada van para largo. Tanto que fuentes cercanas a Fomento admitieron ayer a este periódico que "se puede alargar mucho". Mientras tanto, advirtieron de que Adif "está intentado resolver" este importante escollo.

Desde el PP granadino apuntaron ayer que resulta "fundamental" que haya ya un nuevo Gobierno para despejar todas las dudas sobre el proyecto. Al mismo tiempo que descartaron que vuelva a desmontarse las vías recientemente instaladas con el tercer carril para restituir la circulación ferroviaria. "No tendría sentido", indicaron. De ahí, que apuesten por acelerar al máximo posible las gestiones para concluir la instalación de las traviesas con un hipotético nuevo contrato. Pero para eso es "urgente" la formación del Ejecutivo.

El secretario general del PP de Granada, Santiago Pérez, celebró ayer la decisión de la UTE del tramo de las obras del AVE en Loja de rescindir el contrato y lamentó que haya llegado "muy tarde, con un daño irreparable para la provincia". Tras más de 500 días de aislamiento ferroviario, Pérez insistió en que la concesionaria "ha jugado" con los intereses de Granada, al pensar quizá que el calendario electoral le iba a permitir una mejora sustancial del contrato firmado en su día.

El parlamentario socialista Miguel Castellano aseguró ayer que "era un secreto a voces". Un hecho que achacó a que Adif asignara a la UTE un contrato que "tenía elementos en baja temeraria". A partir de ahí, Castellano acusa a Fomento una "alta incapacidad" en el procedimiento a tenor de los plazos que se han empleado hasta la fecha para sacar adelante el tramo de Loja.