Cine

Álex de la Iglesia: "Empecé a hacer cine con Álex Angulo, para mí él lo ha sido todo"

  • El director recuerda al actor de 'Mirindas asesinas', fallecido el pasado domingo.

Álex de la Iglesia recordó sobre su amigo Álex Angulo, fallecido el pasado domingo en un accidente de tráfico, que el actor estuvo un año y medio en París estudiando para payaso, "que es como estudiar humildad y sabiduría", una "combinación imposible que genera grandes personas". A él le hubiera gustado -explicó- "merecer cinco minutos de atención de Álex Angulo, estar a la altura de su trabajo".

El cineasta le conocía "desde que tenía 16 años, o menos; empecé a hacer cine con él. Antes incluso de Mirindas asesinas (1991) hicimos un corto que grabábamos corriendo por las calles de Bilbao, en Súper 8". "Él lo hizo sin más, sin cobrar, supongo que porque le caíamos bien", continuó . Y luego llegó el primer corto, "que ya fue en 16 mm, y también se rodó por su bondad. Él siempre siguió en relación con el mundo del corto".

De la Iglesia también contó con él para su primer largo, Acción mutante (1993), y entonces fue cuando "ya se convirtió, no tanto en el actor ni el profesional que me enseñaba a hacer cine, sino en la persona que me enseñaba cómo comportarme y cómo contar una historia, y lo hacía con una elegancia increíble". "Para mí lo ha sido todo", resumió, "es la persona que me introdujo en este mundo, junto con Ramón Barea, ellos, los del grupo teatral Karraka donde también estaba Mariví Bilbao, me ayudaron muchísimo". Angulo también protagonizó El día de la bestia (1995) y trabajó con él en Muertos de risa (1999), aunque al director la lista se le queda corta: "No son todas las que hubiera querido". De su carácter, destacó que "jamás le oí dar una voz y mis rodajes nunca han sido fáciles".

El actor falleció cuando viajaba solo hacia Zaragoza para incorporarse al rodaje de la cinta Bendita calamidad, ahora suspendido. El director del filme, Gaizka Urresti, expresó que le hubiera gustado que "esta fuera la película con la que le hubieran dado el Goya". Angulo daba vida en la cinta al obispo de la comarca de Tarazona, un personaje cómico que era secuestrado por dos hermanos interpretados por los aragoneses Jorge Asín y Nacho Rubio.

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