Cultura

Por un buen sujetador

  • Ligera y sin complicaciones, esta novela de amor y segundas oportunidades aborda con interés las vicisitudes de las mujeres en el Japón urbano actual.

LA INSÓLITA PASIÓN DEL VENDEDOR DE LENCERÍA. Asako Hiruta. Trad. Marta Estefanía Gallego Urbiola. Reservoir Books. Barcelona, 2016. 224 páginas. 20,90 euros.

Un buen sujetador puede cambiarte la vida para siempre y los sabios consejos de un dependiente avispado pueden convertirse en la tabla de salvación de una vida insulsa y caótica. Al menos ésta es la tesis que defiende Asako Hiruta (Sapporo, 1979) en su novela La insólita pasión del vendedor de lencería. Absténganse fetichistas y buscadores de emociones fuertes. Quizás encuentren algo de inspiración los lectores que gustan de ese lado transgresor y decadente con el que los japoneses desmienten el tópico que los dibuja como seres de excelentes modales admiradores de las flores de cerezo.

Nos enfrentamos con una propuesta ligera, perfecta para degustar en estos días de calor soporífero, agradable y sin complicaciones. No obstante, esta historia romántica dirigida específicamente al público femenino, lo que ya de por sí delata una deliberada estrategia de marketing editorial, esconde algunas sorpresas que justifican su lectura.

Por un lado, nos encontramos con un relato protagonizado por una mujer trabajadora en el Japón actual, una mujer que no es demasiado joven y que vive bajo las exigencias de una sociedad que la obliga a competir laboralmente en igualdad de condiciones con los hombres, sin eximirla del cumplimiento de los roles que tradicionalmente le han sido asignados: el de madre y esposa cumplidora y sumisa. Si tenemos en cuenta lo tremendamente severas que son las empresas japonesas con sus empleados y el enorme peso que la tradición sigue teniendo en ciertos aspectos, podremos entender lo altamente presionada que se puede sentir Satsuko Kunieda, la protagonista de nuestra historia. Si además le aprieta el sujetador, o ha olvidado ponérselo, y no se relaciona con hombres desde que rompió con su novio del instituto, el drama está servido.

En esta novela también se nos muestra un nutrido fresco de la vida en las grandes urbes del país del sol naciente. Recorremos con la protagonista los bares de comida rápida, los grandes centros comerciales, las calles atestadas de gente, las curiosas tiendas escondidas en húmedos sótanos de antiguos edificios, tiendas que como La Señora del Bigote, en la que se vende ropa femenina para hombres y a la que acuden empresarios y políticos muy conocidos, o la "boutique de lencería selecta" Toujours Ensemble, donde ejerce como maestro de ceremonias el "especialista en lencería" Yô Isaji. Va a ser esta tienda, casi siempre vacía, el lugar en el que se va a obrar el milagro, el cambio de aspecto, pero sobre todo de vida, de Satsuko.

Los diferentes encuentros de Isaji y Satsuko en el ambiente algo extraño de la tienda de lencería van a marcar el ritmo de la novela y también el ritmo de la transformación personal que va a sufrir su protagonista, que incluso se atreverá a aconsejar a amigas y clientas de la agencia de publicidad para la que trabaja que pasen por las manos expertas del vendedor de lencería.

Entre las páginas de esta novela romántica con predecible final feliz podemos asistir a algunas curiosas escenas de la vida japonesa actual, como la peculiar boda a la que asiste la protagonista, en la que la novia se cambia varias veces de atuendo, todos ellos inspirados en las princesas de Disney.

Detrás de la aparente liviandad de esta narración encontraremos una encendida crítica a una sociedad que sacrifica el talento femenino en aras de la maternidad, que en muchos casos presiona a la mujeres para que abandonen su carrera laboral para dedicarse a la casa y a la crianza de los hijos, que ve con malos ojos que una treintañera no haya encontrado todavía marido, que decide qué conviene en cada caso, qué camino hay que seguir.

La insólita pasión del vendedor de lencería aborda estos problemas con ironía y cierto sentido del humor. La filosofía con la que el dependiente de Toujours Ensemble salva a sus clientas del duro trance de una vida demasiado exigente con ellas es un ejemplo de esto, aunque a veces el lector duda de si la autora está siendo sarcástica o va en serio: "La próxima vez que tenga algún problema o duda llévese la mano al corazón y piense con calma. Su pecho y su sujetador siempre tendrán una respuesta".

La insólita pasión del vendedor de lencería ha supuesto, según Reservoir Books, un "pequeño fenómeno editorial en Japón" y es fácil entender la gran repercusión que ha tenido entre lectoras que pueden identificarse fácilmente con esta mujer que siente la necesidad de mostrarse perfecta ante los demás y que, sin embargo, no está dispuesta a renunciar a su esencia. Al lector occidental esta curiosa novela le abrirá los ojos sobre las insondables posibilidades de la lencería fina como instrumento de transformación social y personal.

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