El Málaga fue un mero espectador en la jornada final del mercado de verano. No sólo no estuvo pendiente de contrataciones de última hora, sino que se convirtió, junto al Real Madrid, en el único club de Primera División que no hizo ninguna incorporación en agosto. Manuel Pellegrini quería una rápida planificación para acoplar a sus nuevos cuanto antes y la tuvo. Tan sólo faltaba por endosar las dos fichas que quedaban libres. Helder y Edinho terminaron por hacerse con ellas.

Malagueño era el tercer futbolista con el que no contaba el técnico y al que se le intentaba encontrar acomodo. La AFE no permite tener jugadores apartados en la plantilla y, como los intentos de la entidad de Martiricos por darles salida fueron infructuosos, se optó por dejar al argentino sin inscribir aprovechando que se encuentra lesionado en la actualidad. El central había tenido propuestas de Nástic y Murcia en los últimos días, mientras que el delantero había sido tanteado por el Xerez como cedido compartiendo ficha. Nada pudo llevarse a la práctica, así que se repartirán los dos dorsales libres en la plantilla: 24 y 25.

La tranquilidad llevaba varios día instalada en las oficinas de Martiricos. Incluso ayer el director deportivo, Antonio Fernández, aprovechó para tomarse un día de descanso. Más interesantes fueron algunas de las semanas anteriores, en las que los ofrecimientos fueron continuos tanto al dirigente jerezano como al propio entrenador. De hecho, según pudo pulsar este periódico, el madridista Lass Diarra fue ofrecido al Ingeniero por si quería reforzar el puesto del doble pivote. Ni siquiera se puede hablar de una opción desestimada porque en el Málaga no llegaron ni a plantearse esa cuestión.

El Real Madrid intentó hasta el último momento buscarle una salida (ayer tuvo que reintegrarlo al trabajo con los blancos). El Tottenham y la Roma, incluso hasta ayer mismo, eran las posibilidades más reales. Con el conjunto inglés se llegó a bocetar un acuerdo por 15 millones que se rompió con todo muy avanzado. El futbolista galo es del agrado de Pellegrini (le dio buenos minutos en su época blanca hace dos temporadas), pero era consciente de que el Málaga no iba a hacer más desembolsos tras el fichaje de Cazorla, mucho menos por esas cantidades.

Así que todo se quedó en opciones de futbolistas ofrecidos directa o indirectamente a la entidad pero con los que ni siquiera llegó a haber gestiones. Como Canales, antes de ir al Valencia, o Pedro León, de vuelta en Getafe. El flujo fue especialmente intenso en la portería. Varios intermediarios intentaron activar las opciones de metas como Toño (Racing), Aranzubia (Deportivo) o Andújar (Catania), pero nunca hubo posibilidades factibles de que llegaran.