No sientan bien los parones en el fútbol. El que gana no quiere que se pare la racha; el que pierde arde en deseos de revancha inmediatos. El entrenador lamenta porque suele llevar aparejado la pérdida de internacionales para el trabajo. Se cumple el patrón en Málaga estos días. Manuel Pellegrini se ha quedado hasta sin ocho futbolistas para trabajar. Y el grupo ve aún muy lejana la visita del Granada, la cual se espera impacientemente para lavar la mala imagen dada en Sevilla. O, como expresó ayer Sergio Sánchez, como aval para la redención: "Esta semana el equipo va a ganar seguro".

No quieren los jugadores que se trate de un menosprecio a un recién ascendido. Se valora su motivación, pero es que el escozor del 2-1 inaugural es difícil de evitar por Martiricos. "Una derrota siempre duele, pero no va a traer cola. Fue en un campo difícil de jugar, es el principio de Liga y cualquiera puede tener un traspiés. Hay muchas incorporaciones y el Sevilla ya había jugado dos partidos oficiales, y eso se notó un poquito en el campo. El Granada acaba de subir, pero lo vimos contra el Betis, es un equipo con gente joven y con ganas de demostrar. No se va a pecar de confianza ni exceso de tranquilidad. Hay que empezar a ganar para estar lo más arriba posible", añadió el polivalente catalán.

Si en el vestuario las ganas de venganza son inmediatas, la calma que se pide desde las altas esferas es más a largo plazo. Los jugadores defiende la honra, los dirigentes el proyecto. "A nadie le gusta perder. Este es un equipo nuevo, con diez fichajes, que se tiene que ir haciendo y hay que ir con paciencia. La liga es larguísima. Ni vamos a ganar todos los partidos ni a perderlos. Con paciencia tendremos una temporada exitosa, todo llegará. Ni el equipo era tan bueno como se pensaba ni tan malo como se dice ahora. Es un equipo compensado. Ya se verá como los resultados llegarán", defendió el consejero consultivo José Carlos Pérez en la Ser.

No se puede luchar contra el tiempo, sí agilizar al máximo la puesta a punto del conjunto blanquiazul. Difícil para la previsión de Pellegrini. El chileno probó su once de gala para el arranque liguero en la presentación del Costa del Sol, contra el Peñarol, el 13 de agosto. Tuvo que esperar 15 días para volver a jugar (en el Sánchez Pijzuán) y habrán pasado otros 14 hasta el encuentro contra el Granada, con el triangular de Lorca intercalado sin muchos de los titulares habituales. Una falta de continuidad que pesa. "Desde que ha empezado la Liga no hemos cogido ritmo y se siente uno un poquito raro, pero hemos aprovechado para descansar y coger el arranque con más ganas. El equipo tiene ganas de competir y dar pasos adelante. Era importante no estar parado completamente. El triangular nos vino muy bien, pues jugamos con equipos de gran nivel y las sensaciones fueron buenas", corroboró Sergio Sánchez.