Buen paso del Unicaja en Melilla. Un mal primer cuarto, los tres siguientes en un ascendente nivel defensivo que permitieron ganar con holgura en la Ciudad Autónoma (73-90). Enfrente había un rival de inferior categoría, pero con superior rodaje, no obstante comienza la próxima semana su periplo en la Adecco Oro. Pero el Unicaja se mostró sólido y lució arsenal. Tripkovic (16 puntos) lució muñeca, Garbajosa metió cuatro triples, Saúl Blanco despachó un gran primer tiempo, Freeland recordó que es el hombre franquicia (15 puntos y siete rebotes) y Rowland (nueve asistencias aunque cinco pérdidas) mostró su gran físico y su energía.

Desde el inicio, el partido se sumergió en una serie de altibajos, tanto en el juego como en la anotación. Sin apenas distancias superiores a los siete puntos, Melilla Baloncesto y Unicaja mostraron su proceso de construcción. Chus estrenaba a sus internaciones, que con un mayor ritmo de competición, ofrecían una cara distinta sobre la pista. Rowland mejor que Valters, Zoric mejor que Sinanovic. Freeland sigue siendo clave en este Unicaja.

La sorpresa grata fue Saúl Blanco. El madrileño destapó su mejor versión en el primer cuarto, con nueve puntos y un 4/5 en tiros en los siete minutos que le dio Chus Mateo. Aun así, el Melilla apoyado en su público y en la muñeca de Troy Devries, se marchó con ventaja en el primer cuarto (22-21).

Tras el parón, Freeland tiró de calidad y mostró sus virtudes tanto en el perímetro como en la pintura. Acaba de llegar del Europeo, pero sigue siendo el líder. Con 6 puntos consecutivos y el apoyo, eso sí, momentáneo, de Tripkovic, llevó al Unicaja a disponer de su máxima ventaja hasta el momento. Con el viento a favor, Peric tuvo su oportunidad, pero las ganas que demuestra en los entrenamientos se convirtieron en torpeza sobre el parquet. También fue el turno para que Valters igualara el nivel de Rowland en el partido. A medio gas, y tirando de los menos habituales, el Unicaja se marchaba con ventaja al descanso, a pesar del triple de McKeither sobre la bocina en una de las lagunas defensivas que ofreció el equipo a lo largo del encuentro. 40-45 y a vestuarios.

El tercer cuarto empezó como el segundo, con un triple de Freeland en una nueva muestra de lo poco que necesita el equipo de Chus Mateo para hacerle daño a los de García de Vitoria. Aun así, el marcador no se rompió hasta el último cuarto, donde la intensidad defensiva de los malagueños aumentó y el Melilla sufrió un apagón total en ataque. Hasta un total de siete contraataques consecutivos acumuló el conjunto cajista para dejar el partido lista para sentencia. La ventaja se iba por momentos por encima de los veinte puntos (60-80, min. 34).

Al final, el último cuarto sirvió para redondear los números individuales. Garbajosa tiró de muñeca desde el perímetro tras una sorprendente defensa de los melillenses, que decidieron flotar al madrileño. Sus cuatro triples fueron el inicio del fin. A partir de ahí, el conjunto local, a pesar del constante apoyo de su público, se vino abajo y no pudo hacer nada ante la superioridad de los cajistas.

Con el pescado vendido, ambos equipos se dedicaron a intentar agradar al público. Mates por doquier y tapones espectaculares que hicieron las delicias de unos aficionados que sueñan con verse las caras en partido oficial con el Unicaja. Al final, 73-90 para los malagueños, que siguen con su preparación y acumulan una nueva victoria, la primera con los internacionales en cancha. El partido servía para ver por primera vez a Rowland y Zoric de verde. Ambos ofrecieron detalles de sus virtudes y probaron que con tiempo y trabajo pueden sorprender gratamente. Aun así, por momentos dejaron dudas en la dirección la pareja Valters-Rowland y en la pintura Sinanovic-Zoric. Para esto están las pretemporadas.