El librillo de Manuel Pellegrini, como el de Jose Mourinho, siempre le ubicó en ese grupo de entrenadores que prefiere contar con un núcleo de jugadores del tamaño de una convocatoria para, a partir de ahí, dosificar en función de necesidades y tipos de partidos. Es una escuela bien distinta a la que están preconizando esta temporada gente como Pep Guardiola o Gregorio Manzano. Una forma de enfocar el trabajo que, pese a que sólo se llevan transcurridas tres jornadas de Liga, permite hacer lecturas de sus planes. Y hay un dato muy claro acerca de lo que piensa el chileno sobre los ocupantes del doble pivote: en 10 de sus 15 descartes por cuestiones técnicas en estos tres partidos han sido de jugadores dotados de cualidades para crear juego. Ahí queda reflejada su insatisfacción en esa parcela.

Quitando los lesionados, así como a Helder y a Malagueño, con ficha resignada por la obligación de tener que inscribirles en la Liga de Fútbol Profesional, pero que tienen por delante a 23 profesionales y a todos los jugadores del filial, Manuel Pellegrini se ha visto obligado a dejar fuera a cinco jugadores por convocatoria. Y el termómetro es decisivo: Camacho y Recio no han sido incluidos en ninguna, mientras que Apoño e Isco se han quedado fuera en un par de ocasiones.

El monopolio en que se ha convertido por ahora el minutaje de Toulalan, que lo ha jugado todo, ahonda en esa cuestión, reforzada con la reubicación de Duda (141 minutos) como falso medio centro en los últimos dos encuentros para suplir la baja por motivos disciplinarios de Apoño. Maresca, con 100 minutos a su espalda, se ha convertido en la tercera vía. Hasta el italiano, al que el Ingeniero ha recurrido en los minutos de refresco, suma más tiempo disputado que Apoño, Isco y Recio juntos (68).

Además de apreciarse en sus planes el mensaje de cara a los dirigentes y los aficionados, ya han trascendido los deseos del técnico de incorporar a un jugador de ese corte en el mercado invernal. Concretamente, la de Granero es una opción que le seduce y que es factible por la buenas relación del Pirata con Pellegrini y porque no supondría un coste económico muy elevado (no cuenta para Mourinho).

Irónicamente, uno de los múltiples ofrecimientos que llegaron al Málaga (también al Sevilla y el Villarreal) cuando se miraban opciones para la presente temporada fue el del hoy atlético Gabi. El club, que aún no había cerrado a Toulalan, lo desestimó.