Bozidar Maljkovic utilizaba una genial frase para referirse a las estadísticas: "Son como los bikinis, no te dejan ver lo mejor". No obstante, en el baloncesto el análisis estadístico es base fundamental en el trabajo de los cuerpos técnicos y para la interpretación de la prensa y la afición. Se generalizó hace poco más de una década la estadística de la valoración, en la que suman los aciertos y restan los errores. Aunque en ocasiones se le da (le damos) una excesiva importancia. No reflejan todo lo que un jugador aporta en la cancha.

La ACB anunciaba ayer la inclusión de una nueva casilla estadística que ya era contabilizada en otras competiciones (se podía consultar en la NBA o en las webs de la liga italiana o griega en sus torneos domésticos) y que era hasta ahora de consumo interno de los clubes a través de las empresas que se encargan de suministrar toneladas de información estadística de todo tipo, a veces hasta detalles difícilmente imaginables para el aficionado corriente.

Se trata del más/menos. La ACB explicaba ayer en su web de manera concisa en qué consiste. Es la diferencia para cada jugador entre los puntos aportados por el equipo (estando él en pista) y los puntos encajados por el equipo (estando él en pista). Dicho de otro modo, el resultado obtenido por el equipo cuando el jugador ha estado en pista. Evidentemente, como todo número, tiene muchos matices, todos los que se quiera dar. Influyen los minutos en pista, los rivales que hay enfrente (si titulares o suplentes), la racha positiva o negativa que tenga un compañero en ese momento... Factores casi incontables. Pero sí puede servir para hacerse una idea del impacto, positivo o negativo, que cada jugador tiene en el equipo.

La ACB incluyó con efecto retroactivo la citada estadística en las cuatro jornadas ya disputadas. Y resulta curioso comprobar cuál es el resultado en este nuevo campo, desde que es público, entre los jugadores del Unicaja. Los que tienen más puntos positivos acumulados cuando están en pista son Kristaps Valters y Tremmell Darden, con +41 en las cuatro jornadas disputadas mientras ellos estuvieron sobre el parqué. Coincide con la sensación de que Darden es un jugador tremendamente sólido que hace a su equipo más compacto. Y también con la idea de que Valters ha captado antes la idea y que con él en pista el Unicaja es más fluido que con Rowland.

En el otro extremo, es Luka Zoric quien peor balance arroja en el acumulado de los duelos ante Gran Canaria, Blusens, Lagun Aro y CAI Zaragoza. El croata suma -1. Le aventaja por poco Saúl Blanco (+1). En este caso, la percepción es que el croata va para arriba.

Por arriba, al letón y al californiano le siguen Sinanovic (+36), lo cual también ratifica la incidencia positiva que tiene el bosnio en el juego, tanto en ataque como en defensa. Ha corregido en la medida de lo posible sus defectos. Tras él, Garbajosa (+32), Berni (+29) y Freeland (+28). Un matiz importante es que el inglés no estuvo presente en la primera jornada ante el Gran Canaria, partido que se ganó de forma holgada (en el marcador final, no en el desarrollo). Ello implica que su media por partido es prácticamente igual a la de Valters y Darden. Corrobora también la importancia ya de sobras conocida de Freeland en los esquemas de Mateo y su capital importancia en los buenos momentos del equipo.

Tras ellos vienen Fitch (+19) y Rowland (+10), un buen reflejo de que son dos de los jugadores que más están tardando en arrancar la moto. Puede ser visto como un detalle positivo, porque hay jugadores con campo de mejora. Peric sólo ha jugado 19 minutos, tiempo para acumular +5.

Se observan más detalles. Sinanovic es el que más impacto ha tenido en un partido (+22 ante el Gran Canaria) y Zoric el que menos (-7 ante el Gran Canaria). Y Darden, Valters y Freeland siempre han ganado su partido.

En fin, una herramienta más de análisis sin carácter dogmático que ayuda a entender mejor, sin sentenciar, el impacto de los jugadores en la pista.

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