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Rubén Guerrero también pega el estirón

  • El ala-pívot junior ya mide 2.12 metros y esta semana se ejercitará con la primera plantilla.

Cuando se cuestiona a responsables del Unicaja por el desembarco de jugadores extranjeros, sobre todo de los Balcanes, en Los Guindos en los últimos tiempos la razón que se ofrece es que en Málaga, en España en general, escasean los jugadores grandes, que hay más amplitud de catálogo por esas tierras. "En jugadores de perímetro se puede comprobar que la prioridad es tirar de lo de aquí y no hay dudas. Pero con hombres grandes de más de dos metros, salvo excepciones, es más complicado, no los hay por aquí", se razona desde la cúpula cajista.

Una de esas excepciones es Rubén Guerrero Pino, un espigado chaval de Marbella, de apenas 16 años (cumplirá 17 en octubre), catalogado como uno de los mejores proyectos que germinan en Los Guindos. En las mediciones que les hicieron en la vuelta al trabajo a los jugadores del Clínicas la pasada semana se le talló nada menos que en 212 centímetros (con zapatillas). Ha crecido desde el verano pasado siete centímetros. Fue descabalgado de manera sorprendente en el último corta por la selección sub 17 y no participó en el Mundial de la categoría. Es todavía junior y su hueco teórico esta temporada estará entre el Clínicas y el equipo de su edad.

Rubén Guerrero, no obstante, se entrenará durante esta semana algunos días con el primer equipo del Unicaja. Un aliciente más para acelerar su progresión. Quienes trabajan con él dicen que le falta creérselo, tener más fe en sus posibilidades. Porque condiciones tiene todas. Apenas alcanza los 90 kilos, le queda trabajo de gimnasio, y posee una movilidad extraordinaria para su altura, con rápidos movimientos y capacidad para jugar de cara, poner el balón en el suelo y entrar por los dos lados y con las dos manos. Con esa altura y esas posibilidades, en Los Guindos saben que tienen un jugador de los que no existen.

Rubén procede de familia de baloncesto. Su padre, Jacinto, fue bastante tiempo presidente del Club Baloncesto Marbella, donde se inició y estuvo cinco años. Su hermano Adrián, dos años menor que él, también está en el equipo cadete del Unicaja.

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