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Memorias de Taiyuán

  • El entrenador malagueño Paco Aurioles relata su experiencia de seis meses en China, donde ha entrenado junto a Chus Mateo en el Shanxi Zhongyu

Paco Aurioles comenzaba a finales de agosto los entrenamientos de pretemporada con el Clínicas Rincón cuando Chus Mateo, al que le une una amistad casi fraternal trabada desde que ambos formaran parte del cuerpo técnico campeón de Sergio Scariolo, le convenció para marcharse a China. El Unicaja no puso pegas a su marcha, a una aventura hacia lo desconocido que ha durado casi medio año, repleta de vivencias y anécdotas mientras dirigían al Shanxi Zhongyu, uno de los 17 equipos de la pujante Chinese Basketball Association (CBA). Poseer un franquicia de baloncesto está bien visto entre los chinos ricos y se invierten cantidades tremendas para reclutar a Stephon Marbury, Tracy McGrady o Gilbert Arenas.

Lo primero es situar la aventura. "Taiyuán es una ciudad de cuatro millones y medio de habitantes, muy moderna, que ha crecido una barbaridad en los últimos 10 años", explica Aurioles con precisión: "Es una región minera muy rica, llena de construcción, con muchas grúas, rascacielos... Hay más centros comerciales de lujo que en Madrid y Barcelona juntas. Producen carbón, aluminio, acero... Es interior, a una hora de avión de Beijing, al noroeste. Una zona de clima extremo, con verano normal, pero en los últimos dos meses la tempatura ha oscilado entre -10 y -15. Los ríos estaban congelados. Está, pese a los habitantes que tiene, sobre la 30ª ciudad de China en población. La región en la que está, Shanxi, tiene 35 millones de habitantes".

Un escenario distinto, un choque cultural, también en el baloncesto. "La diferencia de mentalidad es grande. Por ejemplo, en el estatus del jugador. Nosotros, como los norteamericanos, vivíamos en un hotel de cinco estrellas, pero los jugadores locales son como funcionarios del deporte. Habitan en un centro de alto rendimiento, sin familia, con tres entrenamientos al día 11 meses al año. Como si entrenaran en Los Guindos y vivieran en una residencia al lado", explica el técnico malagueño, que asegura que el potencial de jugadores locales es "tremendo. Entre mil y pico de millones hay gente muy buena. El prototipo de Yi Jianlian [fue número seis del draft y jugó varias temporadas en la NBA] abunda. Gente de 2.10 o 2.12 con un tiro brutal y matan hasta el codo. Son atlético y fuertes y entrenan todo el año. Seguramente por cuestión de educación, lo que les falta es creérselo, tener más iniciativa e improvisación".

El asunto, cuenta el entrenador malagueño, es que se fomenta el estilo NBA, se privilegia al jugador norteamericano. "La Liga regular se condensa en tres meses y medio y el play off en mes y pico. Hay partidos cada dos días, con viajes largos. Hay distancias que pueden ser como de Málaga a Moscú. El modelo de competición es NBA, con cuatro tiempos de 12 minutos. Se intenta copiar a la NBA, aunque hay algunas limitaciones curiosas", dice Aurioles, que pasa a relatarlas: "Hay un tope de dos norteamericanos, pero los últimos cinco equipos de la Liga pueden fichar un jugador asiático, hay algún sirio o coreano de buen nivel. Si quedan mejor, deben desprenderse de él al año siguiente. Y los jugadores chinos son propiedad de los clubes y no se van jamás a otro equipo salvo que el club lo quiera. Cuando se crea una franquicia nueva, se protege a 12 jugadores. También hay un equipo del ejército (Bayi) que no tienes americanos. Hay dos extranjeros por plantilla y entre los dos pueden jugar un máximo de seis cuartos, pero contra el Bayi sólo cinco".

"Los americanos son de muchísimo nivel, jugadores que tienen pasado NBA, casi todos han jugado allí", cuenta Aurioles: "El más querido es Tracy McGrady. Jugó con Yao Ming en Houston y es una celebridad en el país. Cuando va a otra ciudad le reciben como si fuera Michael Jordan y jalean sus canastas. Marbury está jugando muy bien y Arenas también. Después hay jugadores que lo hicieron muy bien en Europa, caso de Marcus Haislip, que juega en DongGuan. Chus y yo cenamos un día con él, está muy bien allí. Muchos americanos piensan que jugar allí cinco o seis meses y muy bien pagados y después estar medio año en su país es perfecto. Marcus nos dijo que el Unicaja era el lugar en el que más cómodo se había sentido más feliz. También está Pooh Jeter".

El Shanxi marcaba tercero en la Liga, pero un positivo de Marcus Williams, homónimo del jugador del Unicaja, hizo que el equipo se cayera del play off, que comenzó hace poco. Aurioles y Mateo hicieron buena amistad con Lucas Mondelo, seleccionador español, y César Rupérez, que han dirigido al equipo femenino de la ciudad, que ha salido campeón de Liga. En su hotel vivían los americanos también. "China tiene una locura total por el baloncesto. Baloncesto y billar son los deportes que más se ven por la tele. También fútbol, de la Liga ponen dos partidos y pudimos ver el Oporto-Málaga. Aunque el tenis de mesa y el bádminton también son seguidos. Pero NBA hay todo el día en la tele. Nuestro pabellón se llenaba con 8.000 espectadores y son fanáticos. Hay un estadio de fútbol que parece el Nido de Beijing, teatros grandes... Nos dijeron que hace sólo 10 años la zona del pabellón era un arrozal".

"Un café con leche es un artículo de lujo. Un menú en el McDonald's vale 1.5 euros y es bastante caro allí, por ese dinero en otro sitio comes mucho más. Una entrada para el baloncesto, 30-40 euros. El sueldo medio, por ejemplo de un empleado de nuestro hotel, era de 200 euros", relata de manera sociológica Paco Aurioles, que circulaba por Taiyuán con chófer - "es impensable, imposible, para un occidental conducir allí", apostilla- y junto a Mateo se manejaba en inglés con un traductor. "En general, la experiencia fue muy buena, aunque la vida social no existe apenas. Allí se estila ir a karaokes [risas]. También se hacen muchos contactos con intermediarios, gente importante de la NBA que está allí metida... ", resume Aurioles, que dice que "hay opción para volver en otro club la próxima temporada", aunque de momento descansa en Málaga tras una aventura peculiar y enriquecedora. ¿El futuro? "Pues a ver qué pasa, el asunto está mal en la ACB o la LEB", dice el malagueño: "Como el Unicaja pocos sitios hay en Europa". Así fue el medio año chino de Paco Aurioles.

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