Dieciocho años después de su último entorchado continental, el Real Madrid vuelve a una final de Copa de Europa, ahora denominada Euroliga, frente al Olympiacos griego, el mismo rival al que derrotó allá por 1995. El club más laureado de Europa aspira a sumar hoy (21:00, Teledeporte) su noveno título ante el actual campeón de la competición, que el viernes se deshizo sin demasiados problemas del todopoderoso CSKA Moscú (52-69), entrenado por Ettore Messina.

El técnico italiano fue, precisamente, uno de los elegidos por el presidente blanco, Florentino Pérez, para devolver al club a un lugar de privilegio en el continente, pero el actual preparador del CSKA, que cuenta con cuatro Euroligas en sus vitrinas (1998 y 2001, con el Kinder de Bolonia, y 2006 y 2008, con el equipo ruso), no llegó a cumplir dos campañas en el banquillo madridista.

Los hombres de Pablo Laso se plantaron en la final tras derrotar el viernes al Barcelona Regal por 67-74 y con la intención de romper el maleficio continental del conjunto blanco, que se extiende ya a dieciocho años.

Seis años después de su último título en Europa, la ya extinta Copa ULEB (victoria por 75-87 ante el Lietuvos Rytas), y con sólo un integrante de aquel equipo en la actual plantilla, el pívot Felipe Reyes, el Real Madrid confía en aferrarse en su excelente juego exterior y a su gran banquillo para conseguir un trofeo que se la ha escapado desde 1995. Enfrente tendrá al vigente campeón del torneo, excelente este curso en la Euroliga, y que llega al partido decisivo tras barrer al CSKA.

El conjunto de El Pireo continúa asombrando a Europa y, pese a haber cambiado de entrenador al final de la temporada pasada -el griego Georgios Bartzokas en lugar del serbio Dusan Ivkovic-, accede a la final con la moral por las nubes después de su exhibición frente a los rusos.

La plantilla blanca confía en devolver viejos laureles a un club con ocho Copas de Europa. Felipe Reyes dijo ayer que "será un encuentro muy duro", ya que juegan "ante un gran equipo que ha hecho un baloncesto de gran nivel durante toda la competición. ¿Qué voy a decir de una final? No va a ser nada fácil. Espero que salgamos motivados y que no estemos agobiados por estar en una final. Confiamos en levantar el trofeo tras el partido".

Por su parte, Rudy Fernández realzó la calidad y experiencia del adversario madridista: "Si analizas cómo jugaron ante el CSKA, se ve que el Olympiacos es un equipo con gente que lleva jugando junta mucho tiempo; son un equipo. Arrasaron al CSKA, mostrando que tienen mucha experiencia en este tipo de partidos. Son más complicados de batir que los rusos. El Olympiacos sabe cómo jugar una final de Euroliga". Una de las estrellas blancas, Nikola Mirotic, también alabó a los helenos. "Hemos trabajado durante todo el año para llegar a este partido y ahora lo único que tenemos en mente es la victoria. Sabemos que son los actuales campeones, así que tendremos que darlo todo", indicó el ala-pívot español.