El tema quizá más urgente que debe solucionar el Unicaja en la composición de su plantilla es decidir quién será la pareja de bases. Sobre Marcus Williams y Earl Calloway existen opciones de continuidad o de ruptura de contrato que caducan el 30 de junio. El viernes, tras la presentación, se produjo la primera toma de contacto física entre la dirección deportiva, formada por Manolo Rubia y Carlos Jiménez, y Joan Plaza. No se tomaron determinaciones, pero sí se expusieron puntos de vista sobre los que ahondar en la próxima semana.

Joan Plaza no nombró explícitamente a ningún jugador, pero dejó una frase en su presentación que sonó a evidente preferencia por Calloway antes que Williams. "Hay jugadores más plásticos y tenemos que ver si nos reportan más beneficios que otro más callado, prudente o trabajador, que a lo mejor nos ofrece más garantía", fue su frase que sonó a preferencia por Calloway, al que tuvo tres temporadas en Sevilla a sus órdenes. No ha sido una temporada deslumbrante para el jugador con pasaporte búlgaro, cuyo rendimiento ha sido descendente, dejando bastantes dudas en el tramo final pese a que jugó varios partidos con una fractura en la cara. Pero Plaza confía en las posibilidades del que fue su jugador. Y quiere que vuelva a serlo, así se lo ha solicitado a la entidad en la primera toma de contacto. Estima que contar con un base que ya tiene bien impregnada su filosofía y sus detalles es un punto de partida bastante importante en la construcción de un equipo. "Creo en las columnas vertebrales y en las revoluciones paulatinas", fue otra de las frases que dejó Plaza en su presentación.

La situación es que el Unicaja tiene bastante adelantadas las conversaciones para fichar el base del Estudiantes Jayson Granger, que cuenta con el plus de ser un cupo, algo siempre bastante favorable. Granger está ahora en Estados Unidos trabajando en varios campus y también Bilbao y Valencia poseen interés en él. Pero la pareja Calloway-Granger no se antoja tan complementaria como la que formaría Williams con cualquiera de ellos.

El informe de la dirección deportiva pasa por mantener en el equipo a Marcus Williams, al que se considera un jugador cuyas características escasean en el mercado. Especial, diferente, con sus taras, pero con un don definitivo para hacer cosas sencillas que en el baloncesto son complicadas. Quienes le han visto trabajar durante todo el año, Carlos Jiménez lo ha hecho incluso como compañero, hablan bastante bien de su actitud y disponibilidad para currar pese a su apariencia displicente. Su integración ha sido excelente y dejó dicho antes de marcharse que quería quedarse. Así que algo que parecía descartado, la continuidad de la misma pareja de directores de juego, es ahora mismo una posibilidad más.