La competición del Mont Blanc está considerada como la más prestigiosa y dura prueba dentro de los Ultra-Trail, modalidad que consiste en correr por montañas con descensos y subidas a las que ya costaría enfrentarse en un recorrido tranquilo con un ritmo lento. Cada año, muchos de los mejores atletas de esta disciplina se dan cita en tierras italianas para completar el recorrido Courmayeur-Champex-Chamonix, que recorre gran parte de la cordillera alpina, pasa por Suiza y acaba en tierras galas. Entre estos deportistas se encontraba este año un malagueño, Dani García, bombero y deportista por afición que, con 31 años y a base de duro entrenamiento, logró subirse al tercer puesto del podio.

Lo primero que sorprende del recorrido son las condiciones: 100 kilómetros de carrera, un desnivel acumulado de hasta 6 kilómetros (es decir, el total de pendientes) y subidas de más de 2.500 metros, algo que parece prácticamente inaccesible. García recuerda cómo en los primeros entrenamientos de cara a la prueba creía imposible hacer este recorrido: "Cuando me lo planteé, decía: 'yo creo que no se pueden correr 100 kilómetros, vamos a entrenarlo y a ver qué pasa". A pesar de todo, el deportista de Rincón de la Victoria siguió adelante y lo consiguió, no sin cierto esfuerzo: "Hay momentos en los que te tienes que acordar de frases que te han dicho, de consejos que te han dado, de motivaciones de tu entrenador o de cosas así para superar las malas rachas". Además, la dificultad de la prueba hizo pensar al deportista que no sería capaz de terminarla: "Me encontré mal al principio, en los primeros 14 kilómetros, cuando me empezaron a doler las piernas. En el 20 pensé que me iba a retirar, pensaba que si en el 20 me dolían las piernas, iba a ser peor en el 100. Pero iba a un ritmo un poco más bajo de lo que estoy acostumbrado y me fui encontrando mejor".

A pesar de las dificultades, este bombero malagueño llegó a la meta en tercer lugar, con un tiempo de 12h07'43''. Además del buen resultado, García se lleva las buenas sensaciones que tuvo al estar en una prueba como la que se celebra entre Italia y Francia: "Me llevo imágenes impactantes, sensaciones y sentimientos que sufres en la prueba y la llegada, sobre todo". Esto último es algo que no podrá olvidar y que recuerda como algo "impresionante". "Terminas la prueba durante dos kilómetros en un pueblo chocándole las manos a la gente y todo el mundo te anima y sabe tu nombre", recuerda el atleta. Por otro lado, esta competición le ayuda para su futuro deportivo y hace que se marque nuevas metas: "Ahora ya sé lo que es un ultra y me hace plantearme otros objetivos. Quiero hacer la Ultra-Trail grande [prueba con el doble de recorrido y con un desnivel mucho mayor]".

Este tipo de disciplina está pegando fuerte entre los deportistas del país, ya que cuatro de los seis primeros de la prueba fueron españoles. Según García, "no es casualidad". En España hay nivel. Hay estrellas que vienen de fuera, pero lo gordo está aquí", dice. También opina que el atleta español Kilian Jornet "está revolucionando este deporte, porque está atrayendo a gente del atletismo y a gente de montaña que no tenían nada que ver. Yo creo que va en auge, que debería motivarse". Además, este deportista catalán sirvió de inspiración al malagueño: "Vi un par de vídeos de Kilian, me leí el libro y dije 'yo quiero hacer esa prueba".