El Málaga encontró de nuevo en Camacho un martillo pilón. Otros dos tantos de cabeza del maño permitieron al equipo coger mucho impulso en el partido. Demasiado plácida estaba siendo la mañana, así que llegó ese penalti incorrecto a favor del Granada. Si El Arabi le reclamó a Brahimi el tiro, lo que reclamó Caballero fue más protagonismo ante Sabella. El argentino hizo una estirada fantástica que desató la locura en La Rosaleda.

Salvo ese error sin lamento de puntos en el 4-1, el meta blanquiazul completó otra mañana para agrandar su leyenda en Málaga. Algo similar busca Camacho, que es indiscutible por su trabajo en la medular y, sorprendentemente, ya máximo goleador del equipo empatado con Santa Cruz. Sus dos cabezazos demostraron cuánto daño hace irrumpiendo desde atrás en el juego aéreo.

Más buenas noticias. Las que dio Jesús Gámez. Se vio la versión que de él se espera. Muy serio atrás (sacó un gol cantado bajo palos) y aportando arriba. Le dio un gran pase a Juanmi para cerrar la mañana. Angeleri, que casi hace una falta de roja en su primera intervención, fue asentándose y ganando peso en la zaga. Amrabat y Juanmi, los dos grandes héroes del triunfo ante el Betis, continuaron con sus buenas sensaciones. Los dos marcaron, el segundo de nuevo haciendo de revulsivo. Apenas Antunes y Pablo Pérez desentonaron.