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En Málaga no se pierde

  • El Unicaja busca marcar distancias con un rival directo, el Alba Berlín, que hace tres semanas derrotó a los San Antonio Spurs La solidez en el Carpena, vital para ir al 'Top 16'

Si hay que vender el partido como los antiguos combates de boxeo en los que se vociferaba para pregonar las cualidades de los púgiles, para glosar sus virtudes, se gritaría que por el Carpena aparece hoy el equipo que tumbó al campeón de la NBA hace tres semanas en Berlín. Era un amistoso, pero el currículum, para sacar músculo y vender al contrincante, debería ser un atractivo para observar al Alba Berlín por el Carpena. Efectivamente, el equipo de la capital alemana ganó en la gira de los San Antonio Spurs por Europa a los tejanos, los del baloncesto total. Un canastón sobre la bocina de McLean, que dio la vuelta al mundo, escenificó ese triunfo. Pero hay más en el Alba Berlín, un equipo dirigido por el interesante Sasa Obradovic, que debe ser uno de los ejes de la futura Euroliga.

En cualquier caso, como aludía Joan Plaza el pasado miércoles, el interés debería focalizarse no en el rival sino en el Unicaja. "No podemos oscilar de 3.000 a 11.000 espectadores según sea el contrario", lamentaba el técnico catalán con un punto importante de razón. Lo ha merecido el equipo malagueño por su final de temporada anterior y por el arranque de la presente. Las vitrinas no se llenan en noviembre, pero hay necesidad de recuperar el hábito de la victoria que se perdió durante un trienio penoso que suena a antiguo. La regeneración del Unicaja ha costado, pero se le ven ojos y cara, una cierta idea de coherencia dentro de las paradojas a veces inexplicables desde fuera que encierra este club. Existían también en la época más dorada, así que tampoco hay que rasgarse. Tiene muchos más pluses que déficits este club por más que durante un tiempo se hicieran las cosas rematadamente mal.

Toca disfrutar del presente aunque esa guillotina que puede romper el idilio malagueño con la Euroliga se vea ahí colgada para el próximo mes de junio. Pero con miedo no se gana nada y el Unicaja actual parece demandar retos más altos y complicados, hay ganas de verle ante rivales de más enjundia y en situaciones delicadas para detectar cómo se comporta y hurgar más en las debilidades que ahora resaltan menos en la victoria. Es el camino para progresar y llegar competitivos a cuando se olfatean los títulos. No se le pueden exigir al Unicaja, pero quizá sí mirarlos más de cerca.

Enfrente está el Alba, de la pujante Bundesliga. Vaticinan los agentes del mundillo que en un lustro será la más poderosa de Europa. Y el equipo de la capital arrastra afición, hay cierta cultura de baloncesto allí. Hace 20 años ganaban una Copa Korac. Tienen un equipo un tanto atípico, con mucho americano y capacidad atlética. Es un rival directo para la tercera plaza y poner tierra de por medio con dos victorias sería una inmejorable manera de extender la racha y de encarrilar el pase al Top 16. Si es delante de 6.000 espectadores en vez de 5.000 y si es con 7.000 en vez de 6.000 mucho mejor. Viernes noche, un buen plan antes de dar una vuelta es pasarse por el Carpena. Por si hay alguna duda, los de amarillo le ganaron hace tres semanas a Parker, Duncan, Ginóbili y compañía. Para terminar de vender el encuentro, Plaza y sus jugadores dicen que en Málaga está prohibido perder partidos.

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