Se acerca la llegada del Real Madrid a La Rosaleda y ello ya se deja sentir en el ambiente. Más periodistas de lo habitual pueblan el estadio de atletismo (algunos venidos desde distintos puntos de la geografía española), el trabajo es más intenso, el papel se va terminando de vender. El técnico blanquiazul, Javi Gracia, intenta que a sus jugadores no les pueda la excitación de uno de los encuentros del año, tanto por defecto como por exceso. Así que nada como celebrar un almuerzo en grupo para hacer piña y conjurar un triunfo que se presupone muy complicado. Cualquier ayuda, incluso la divina, es bienvenida en el Málaga.

El cuerpo técnico, los jugadores y demás miembros del día a día pusieron rumbo hasta la localidad de Campillos para celebrar una comida juntos y así hacer ver el buen estado de salud del que goza el vestuario, como ya han realizado esta temporada alguna vez y viene siendo una sana costumbre en las últimas temporadas. Hacer grupo antes de un partido tan importante es la consecuencia del verdadero motivo del almuerzo, ya que tanto Sergi Darder como Samu Castillejo quisieron invitar a sus compañeros para celebrar así sus recientes renovaciones con el club blanquiazul. Canteranos pero con el mismo respeto que sus compañeros, de ahí que no dudaran en ningún momento en organizar un acto así. Y nada mejor que hacerlo tres días antes de vérselas contra el actual líder, que se encuentra en un tremendo estado de forma.

También estuvieron en la cita los lesionados, incluido Juanmi, a quien ayer se le pudo ver por el Ciudad de Málaga con el brazo en cabestrillo y realizando carrera continua. El de Coín será intervenido quirúrgicamente el próximo lunes y, a partir de ahí, habrá una referencia un poco más clara del tiempo que puede estar de baja. Al menos, por ahora puede tratar en el campo y hacer algún que otro ejercicio en el gimnasio. Todo vale para que, una vez que esté superada su fractura de cúbito, su puesta a punto para volver a coger el ritmo de competición sea lo menos costosa posible.