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Una solidez nunca antes vista

  • El Málaga cuaja el mejor arranque de su historia en pleno reajuste económico y con un plantel mucho menos glamuroso que el de Pellegrini. La obra de Gracia no deja de sorprender a conocidos y extraños.

En apenas seis meses, Javi Gracia se ha ganado un hueco en el corazón de todos los malaguistas y en la historia del club. El técnico navarro llegó rodeado de un mar de dudas, y ahora mismo es pieza capital del mejor arranque liguero malaguista en Primera. Las cosas no suceden porque sí, y por azaroso que parezca el fútbol a menudo, el trabajo que hay detrás de estos números está quedando perfectamente reflejado en el casillero de puntos. 7 victorias en los últimos nueve partidos, con dos dignas y asumibles derrotas ante Atlético y Real Madrid. Apenas una derrota en casa, y ante el conjunto blanco, y una imagen de solidez defensiva que invita a soñar. Sin exceso de gol, ser el quinto equipo que menos encaja ayuda a comprender el éxito de este bloque.

Y todo toma mayor envergadura cuando se supera al Málaga de Manuel Pellegrini. No fueron pocos los que pensaron que aquella etapa sería irrepetible. Y en ciertos aspectos quizás lo sea, pero superar sus números con una diferencia presupuestaria tan abismal y con un plantel mucho más malagueño que glamuroso tiene un mérito especial. De hecho, en la temporada más barata que se recuerda para ir a Europa, este iría mucho más destacado que aquel, prueba de la dificultad extra que ha ganado la competición y por lo tanto la que también entraña tener 27 puntos en la cuenta a estas alturas de campeonato.

Este Málaga no depende de la calidad de Isco y Joaquín, de la sobriedad defensiva de Toulalan y Demichelis, o de la retahíla de milagros que regalaba Caballero. Consciente de sus limitaciones, ha encontrado en ellas una virtud, el producto local. Ante la necesidad, el club se ha visto obligado a tirar de gente de la casa que ha terminado de sacar las castañas del fuego. Samu, Juanmi, Darder, Recio, Castillejo o las tímidas pinceladas de un Juanpi que ya asoma.

El paso al frente de Camacho, Sergio Sánchez, la eternidad de Weligton y Duda, y la guinda de Amrabat. Con esos ingredientes, Javi Gracia ha elaborado un equipo para la historia. Este cuento podrá acabar de mil maneras, pero por ahora se atisba difícil reprochar algo.

Con la Copa en la mirilla, el partido de Elche se presenta como una oportunidad más que interesante de intentar llegar a 2015 en puestos europeos. Nadie en la plantilla quiere hablar de otra cosa que no sea la permanencia, pero la ilusión es algo complicada de domesticar. Y La Rosaleda, que acumula llenos cada dos semanas, ha encontrado algo que pareció perder con la marcha de Pellegrini, la fantasía de volver a Europa.

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