Para cuerpo técnico y jugadores del Málaga ahora mismo no tiene sentido hablar de Europa. Argumentan, con razón, que ni siquiera el mejor arranque histórico de campeonato les da para estar en puesto de Champions o Europa League. Sin embargo, el aficionado va viendo que la brecha con el descenso es cada vez mayor (actualmente hay 17 de ventaja) y que su equipo sólo está a un triunfo de la cuarta plaza. Y un nivel de juego que garantiza, al menos a priori, competitividad en todos los campos. Efectivamente, el Málaga es séptimo. Si la competición acabara ahora mismo, estaría fuera de la zona de premios. No obstante, esta realidad puede cambiar mucho en mayo; la séptima posición podría quedar habilitada para dar el pasaporte continental.

Se abren varias vías, todas a través de la Copa del Rey. Ni que decir tiene que ganarla daría el pase directo para los blanquiazules. En el caso de lograr la clasificación para la final y perderla ante un equipo que tuviera el pase matemático para la Liga de Campeones, también le beneficiaría el efecto rebote. El tercero de los supuestos pasaría por que tanto el ganador como el subcampeón de la Copa lograran el acceso a la Champions a través de la clasificación liguera. De ser así, no se recurriría a los semifinalistas para otorgar la plaza en la Europa League, sino que iría a parar directamente para el séptimo clasificado. Hasta la campaña pasada existía otra modalidad más, ya que el ganador de la Europa League obtenía su pase matemático para la siguiente edición y, en caso de acabar en la Liga de su país en la quinta o sexta posición, corría plaza para el séptimo. Justo esta temporada se acaba con eso, ya que el vencedor de la segunda competición continental cuenta con el premio añadido de clasificarse para la Liga de Campeones, de modo que si Sevilla, Villarreal o Athletic se hacen con el título, darían a España un quinto clasificado para la Champions.

Tal y como está configurado el cuadro de la competición copera, existen muchas opciones de que haya al menos un finalista que el año que viene se haya clasificado para la Liga de Campeones. Barcelona, Real Madrid y Atlético coinciden en una parte del panel, lo cual les confiere muchas papeletas para que uno de ellos componga el 50% de la final. En la otra parte, por la que avanza el Málaga, los más firmes candidatos son el Athletic y el Sevilla, ambos también implicados en la lucha por las seis primeras posiciones ligueras. A medida que se vayan clarificando las dos próximas eliminatorias quedará un poco más claro, pero el porcentaje de posibilidades de que el séptimo tenga plaza para Europa es alto.