Weligton es un tipo casi de goma. Su peculiar físico, más enjuto de lo habitual en los futbolistas, le ha privado de sufrir lesiones en más de una vez. Y puede que el pasado sábado le librara de una dolencia peor en esa mala caída al saltar a por un balón de cabeza. Sea o no así, lo cierto es que al de Fernandópolis le espera una convalecencia de entre uno y dos meses. Sufre una fractura trabecular en la meseta tibial de la rodilla derecha, eso es lo que se vio en la resonancia a la que fue sometido ayer.

Suena raro. De hecho, lo es. Al menos para los futbolistas, que no suelen padecerla. Expertos médicos consultados por este periódico aseguran que suele ser una consecuencia más propia de quien cae de pie desde una altura considerable, ya que es una lesión que provoca la dolencia por aplastamiento. En cualquier caso, parece complicado que al menos hasta febrero Weligton pueda estar a las órdenes de Javi Gracia. Todo un fastidio para el técnico, al que se le acumulan las ausencia para la línea de zagueros, y para el propio futbolista, que este año acabo contrato pero puede renovar en el caso de disputar 25 partidos oficiales (al menos 45 minutos). Actualmente suma 15, por lo que todavía estaría a tiempo para llegar a la renovación automática durante la segunda vuelta, si es que todo marcha por buen camino con su recuperación. El propio jugador brasileño fue consciente de ello al descanso, ya que antes de ser sustituido en la reanudación forzó la quinta amarilla y así cumplir ciclo mientras se encuentra en la enfermería.