Faltó la guinda. No pudo ser. 14 jornadas después, El Palo volvió a probar el amargor de la derrota. Un solitario gol de Wilson Cuero mediada la segunda mitad bastó para tumbar a los hombres de Rafa Muñoz. Minutos antes, Nacho Aranda había tenido el 1-0 en un remate de cabeza que se marchó por milímetros. Una bonita alegoría de lo que piensa pedir este equipo en su próxima carta a los Reyes Magos: gol.

Tras la baja de Moreno, ni Cardellino ni Pirulo han sabido tapar esa carencia. Y ni la economía paleña ni el mercado invernal ofrecen demasiadas soluciones, por lo que si nada lo remedia en las próximas semanas tocará tirar con lo que hay, que pese a todo no estaba funcionando nada mal.

Si hubo una diferencia ayer sobre el terreno de juego fue la pegada. Cuero, que llegó a jugar contra Isco en aquel España-Colombia que decidía el tercer puesto del Mundial sub 17 de 2009, dejó muestras de su calidad en dos ocasiones. Perdonó la primera, pero en la segunda batió al mejor cancerbero del grupo con la tranquilidad de aquel que lleva el gol en la sangre.

Hasta el 0-1, el duelo transcurría en ese devenir particular que han terminado en alguno de los 12 empates que lleva sellados el conjunto paleño. Los locales amenazaban con la velocidad de Juanillo, que dispuso de un par de ocasiones para contrarrestar a las de Cuero y para meter el miedo en el cuerpo al filial rojiblanco.

Tras el 0-1, los paleños se lanzaron a por el empate, que rozaron en varios momentos del choque. Pirulo rozó la igualada antes de ser sustituido por Amaya, el hombre milagro en los últimos minutos. Pero esta vez no llegó y El Palo hincó la rodilla por primera vez en casa este temporada y por tercera en este año que termina. Amargo adiós a un 2014 inolvidable.