Tres jugadores del Málaga no se ponían la blanquiazul en un partido oficial desde 2014, cada uno por diversas circunstancias y desde un tiempo diferente. Pero ayer se produjo el triple regreso que Javi Gracia celebra para disponer de más efectivos en un momento en el que se acumula la fatiga y se necesita energía con tanta carga de encuentros.

Fernando Tissone, Arthur Boka y Weligton fueron los regresos. El más lejano el del medio centro argentino, que se rompió la rodilla justamente hacía 312 días. Salió relevando a Juanpi en mediada la segunda mitad y dispuso de 25 minutos cuando el partido estaba un tanto roto y Gracia quería tapar huecos. Evidenció que está lejos de su tope, pero es lo más normal del mundo. Contribuyó a serenar el partido. Con las dolencias de Camacho y la sanción para San Mamés en Liga de Recio se antoja una baza. "Es un motivo de satisfacción por el largo tiempo de recuperación que lleva. Volver a verle es motivo de alegría para todos los que convivimos con él. No tiene ningún objetivo diferente al de sacar un mejor resultado. Queríamos en los últimos minutos, ante la pérdida de presencia en el centro del campo, un jugador más consistente y que los de arriba tuvieran más libertad", opinó sobre su regreso Gracia.

Mientras, Boka regresó después de ese papeleo que le retuvo tres semanas en Costa de Marfil. Desde la banda izquierda dio un receso a Antunes. Se le vieron algunos detalles técnicos, pero no culminó sus incursiones. No sufrió demasiado atrás en un partido de contención y demostró que puede ser solvente atrás.

Por último, Weligton volvió atrás y la zaga ganó un plus de seguridad. Tras esa lesión de rodilla que padeció, que parecía que iba para más largo, aportó el oficio que le sobra y la sensación colectiva era de mayor tranquilidad. "Estoy muy contento por él. Al igual que otros compañeros que han jugado en esa posición sin ser la suya natural, ha cumplido. Tiene un oficio tremendo, cuando juega aporta solidez atrás y ha hecho otra demostración. Con condición física mejorable, pero ha hecho un gran esfuerzo por echar un cable.