Sergio scariolo. ex entrenador del unicaja

"Llegar como líder a la Copa debe ser un orgullo, pero tiene su trampa"

  • Durante la Copa del Rey de 2015 se cumplirán 10 años del título conseguido en 2005 en Zaragoza El técnico italiano rememora aquel triunfo bajo su batuta y analiza lo que puede ser la presente edición

En plena Copa del Rey, el próximo viernes se cumplirán 10 años del título conseguido en 2005 por el Unicaja. El primer entorchado nacional de la historia del club. Una década en la que se vivieron años dorados y después una época triste. Ahora se palpa una ilusión en Málaga de que algo grande puede suceder. Con datos, con hechos. El hacedor de aquel equipo campeón, Sergio Scariolo (Brescia, 1961), estará en Las Palmas como comentarista de TVE. Instalado en Marbella en este año sin banquillos en el que prepara su posible salto a Estados Unidos, repasa para Málaga Hoy lo de ahora y lo de entonces.

-A bote pronto, ¿cómo ve la Copa de 2015?

-Me parece mucho más abierta, más aún de lo que es por definición. Un partido reduce el margen de superioridad y este año parece que más que nunca. Hay equipos que llegan lanzados con poca presión, otros que tienen que mejorar respecto al nivel exhibido en los últimos partidos, hay un buen margen para que se pueda dar una competición interesante desde el punto de vista deportivo.

-¿Cómo lo verá desde su vertiente de comentarista?

-Hay un equipo rodado con Lalo Alzueta y Óscar Quintana. Estuve antes otra vez en TVE, entonces con Fernando Romay, un ex jugador con perfil más de personaje de entrenamiento. Me imagino que ellos llevarán la voz cantante de la crónica de lo que está pasando y haré alguna consideración, quizá entrando en momentos muertos con alguna reflexión.

-Nos metemos en la máquina del tiempo y estamos en 2005, antes del viaje a Zaragoza.

-Muchos recuerdos, de todo tipo. De competición, de momentos previos, de celebración, de muchas cosas... Lo tengo nítido.

-Todo empezó entrando como octavo clasificado en la última jornada del corte copero.

-El equipo estaba en una línea ascendente aunque ratificamos el pase en la última jornada, pero el margen de tiempo que transcurrió entre la última jornada de la primera vuelta y la Copa realmente lo aprovechamos muy bien. Empezamos a preparar cosas que utilizamos después a nivel táctico. A nivel de condición física, una temporada accidentada nos dio un poco de respiro. Zan Tabak, ausente casi todo el año, pudo entrenar un poquito y llegamos muy bien al momento de verdad, que es de lo que va esto. Muchas veces es un poco inercia. No se programan lesiones... En los momentos claves de esta temporada, hay un momento en el que todo hace click y ahí ocurrió.

-Empezaron los cuartos de final con el Alicante.

-Sí, ellos eran los cabezas de serie. Era un equipo experimentadísimo, con mucha confianza. Sólo tenemos que recordar lo que ocurrió en los cuartos de final de la ACB ese año, cuando les levantamos ese 0-2 adverso. No fue complicadísimo el partido, nos dio seguridad empezar la competición con bastante buen pie.

-Llegó en semifinales un gran Valencia, que venía de eliminar al Barcelona.

-El Valencia nos puso las cosas muy complicadas al inicio, anotaba con mucha facilidad, sobre todo Rakocevic nos hacía daño.

-Fue cuando ordenó esa zona 1-3-1 no demasiado frecuente que cambió el aire al partido.

-Nos dio algo seguramente a nivel de sorpresa, de cambiar la dinámica. Era una de las cosas que efectivamente habíamos ido ensayando, resistiendo la tentación de emplearla antes. No era una zona muy vista en España, en Italia sí se utilizaba más. Nos dio el empuje las prestaciones de los jugadores, que son los que deciden.

-Irrumpió un Herrmann fabuloso aquel día.

-Estuvo inspiradísimo, fue fantástico, impresionante [el argentino metió 30 puntos con varios triples decisivos]. También Fran, recuerdo, metió un triple...

-¿Cómo se prepara una final con menos de 24 horas? Era el Madrid de Maljkovic.

-Tuvimos un par de ajustes de sistemas y cambios. Encontramos una solución para Bremer, que llegó bastante de tapado a la Copa y, sin embargo, jugó un gran partido, metió 17 puntos. También ajustamos la defensa de Carlitos [Cabezas] sobre Bullock. Le conocía muy bien y es un competidor nato, que sabías que en el momento que sube el nivel de la competición te iba a responder más allá de lo previsible. Recuerdo que Tabak también estuvo muy presente, era el jugador de experiencias más superior de todo el equipo. Jugamos con mucha seguridad aquel día. Fuimos siempre por delante.

-Y eso que la Copa empezó con un viaje torcido.

-Con miedo, pero miedo de verdad. Aún recuerdo algunas caras cuando el mosquito [así se llamaba al avión chárter pequeño en el que se trasladaba entonces el equipo] se dio media vuelta cuando salíamos de Málaga porque se abrió una puerta. Tuvimos que coger un vuelo de línea a Madrid, de ahí un autobús para ir a Guadalajara y pillar el último AVE a la carrera para Zaragoza. Llegamos de madrugada el día antes del debut.

-Y a este Unicaja, ¿cómo lo ve?

-Hay muchos pronósticos que van hacia él por ser líder. Es bueno ser primero, por supuesto. Su favoritismo debe ser un orgullo de llevar, pero también esconde cierta trampa porque sobre el papel no se puede obviar que hay rivales con plantillas superiores. Estamos hablando de tres partidos en cuatro días e influye el estado de forma mental y físico de cada equipo. El primer día es clave a nivel de confianza, para equilibrar mentalmente a los equipos. No es sólo ganar, sino ganar seguridad.

-Ha estado en otros países. Ha ganado la Copa con Baskonia y Unicaja. ¿Es la mejor del continente?

-Lo es por participación de las aficiones en primer lugar. Hay un desplazamiento masivo por tradición, por importancia, porque hay un peso muy superior a otras copas nacionales. En otros países es una competición de relleno, aquí no. Por atención mediática no hay color. La Copa del Rey es la razón por la que la NBA está reflexionando y planteándose algo parecido en su estructura. Sé con seguridad que es justo la experiencia de la Copa de España la que ha puesto ese gusanillo en Adam Silver [comisionado de la NBA] y su gente.

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